domingo, 5 de marzo de 2017

Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Queridos hijos, hoy os invito a todos una vez más a expandir vuestros corazones a Mi Llama de Amor. Expandir vuestro corazón a Mi Llama de Amor significa que os apartéis verdaderamente de todo lo que pueda enfriarla o impedir que arda en vuestros corazones.

No es posible que un alma tenga Mi Llama de Amor y al mismo tiempo se entregue a las cosas mundanas y pecaminosas del mundo.

Es necesario que se aleje de aquello que congela su alma para que Mi Llama de Amor pueda arder realmente en ella y producir en ella la gran transformación que Dios desea: de pecadores a santos.

Cuanto más busquéis la oración, la meditación, el silencio y la dulce intimidad con Dios y Conmigo en la oración, más crecerá en vosotros Mi Llama de Amor. Cuanto más os ejercitéis cada día en renunciar a vuestra voluntad para aceptar Mi voluntad y cumplirla, más crecerá en vosotros Mi Llama de Amor.

Y cuanto más hagáis cada día algo más, algo nuevo por el Señor, por Mí y por la salvación de las almas, más crecerá y arderá poderosamente en vosotros Mi Llama de Amor.

Cuando el alma está completamente enamorada de Dios, piensa en Él todo el tiempo, habla de Él todo el tiempo, busca estar con Él todo lo posible. Su gozo, su contento y su alegría es estar siempre cerca de Él mirándole continuamente, es decir, contemplándole en su oración, adorándole en su oración profunda, consolándole con muchos actos de amor, de reparación, de desagrado, de adoración.

Y en todo y por todo el alma busca dedicarse cada vez más a Dios y toda su alegría es ser toda de Dios, vivir para Dios es servir a Dios en todo momento y lugar. Y por eso el alma se aleja de las cosas mundanas que realmente pueden alejarla del bien supremo que es Dios, de su bien que es Dios.

Por eso el alma enamorada de Dios siempre pasa más tiempo con Él que con las criaturas, más conmigo en la oración que con las personas y las cosas del mundo. Éste es el signo claro de quien está verdaderamente enamorado de Dios, de Mí y Nos ama de verdad.

Por eso, hijitos, abrid vuestros corazones a este Amor, enamoraos de Dios y de Mí. Cuanto más conozcáis a Dios y a Mí en la oración y la meditación, más os enamoraréis de Nosotros. Y entonces, vuestros corazones ya no serán vuestros, sino nuestros y vendremos a vosotros con nuestra Llama de Amor y os quemaremos completamente con este Amor.

Continuad rezando Mi Rosario cada día y todas las oraciones que os he dado Aquí, porque a través de ellas Me enamoro cada vez más de los corazones de todos los que rezan con el corazón por el Señor y por Mí.

Os maravilláis de los grandes méritos de Mi pequeño hijo Marcos, a través de él hago tantas gracias a tantos de Mis hijos. Pero, ¿no dijo Mi hijo Jesús que el que creciera en Él, el que le siguiera, haría grandes obras? Pues bien, estas gracias y curaciones no son más que el cumplimiento de la palabra de Mi Hijo.

El que está unido a Él, a Dios, como el sarmiento a la vid, produce mucho fruto. En los méritos de Mi hijito Marcos Tadeo reflejo Mi luz, Mi amor maternal, y a través de ellos realizaré muchas gracias para aquellas personas a las que aplique estos méritos, a las que imponga espiritualmente estos méritos. Sí, haré maravillas y a través de ellos manifestaré también la grandeza de mi poder maternal.

A todos bendigo con amor a Pellevoisin, Lourdes y Jacareí».

(Marcos): «Querida Mamá del Cielo, ¿podrías bendecir estos escapularios que hemos hecho para la protección de tus hijos?