Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 26 de febrero de 2017
Fiesta de la Santa Faz de Nuestro Señor Jesucristo

(María Santísima): Queridos hijos, hoy, en la Fiesta del Santo Rostro de mi hijo Jesús, os invito a todos a amar más el Rostro de mi hijo y a ensanchar vuestros corazones hacia él.
«Amad más el Rostro de mi Hijo Jesús abriéndole vuestros corazones y dejando que nuestra llama de amor que es el Espíritu Santo entre en vuestros corazones y realice en ellos la gran conversión.
Dad espacio a esta Llama de Amor, dilatad vuestros corazones sacando de vuestros corazones todo lo que es mundano, para que haya espacio para el Espíritu Santo. Y expandid vuestros corazones hacia Mi llama mediante oraciones fervientes, sacrificios, súplicas y lágrimas pidiendo Mi llama de amor.
Entonces, en verdad, os daré esta llama y esta llama os transformará en los consoladores del Rostro de mi hijo Jesús, que le darán gloria y alabanza como nadie le ha dado antes.
Amad más el Rostro de mi hijo Jesús, procurando crecer en el verdadero amor hacia él. ¡Jesús es Amor! ¡Y el Rostro de mi hijo Jesús es el Rostro del Amor! Si queréis conocer el Rostro del Amor, mirad el Rostro de mi Hijo, luego mirad Mi Rostro revelado aquí y sabréis cómo es el Rostro del Amor.
Dejaos consumir por este Amor, dejaos consumir por este Amor. Abrid de par en par la puerta de vuestros corazones a este Amor y dejadme grabar en vuestros corazones el Rostro de Mi Hijo Jesús, el Rostro del Amor y Mi Rostro Materno del Amor.
Para que entonces, de verdad, vuestros corazones se parezcan a Nosotros en el amor, y entonces, en vuestro amor, todos podáis ver sintiendo y deseando Nuestro Amor.
Para crecer en el amor verdadero debéis buscar diariamente entrar más en el templo de vuestros corazones y tener allí el encuentro con Mi Hijo Jesús en el Amor profundo que sólo se encuentra en la oración, la meditación y la contemplación.
Para ello debéis olvidar todo lo mundano, cerrar la puerta del alma a todo lo terrenal y transitorio. Para que las puertas de sus almas se abran y puedan sentir el Amor de Dios, percibir el Amor de Dios y saber cuán grande es este Amor de Dios.
Cuando el alma hace esto es visitada por Mi hijo Jesús y por Mí allí en el Templo de su corazón. Y entonces, el alma finalmente encuentra el amor verdadero, es quemada por este amor, se llena de este amor, y después de llenarse de este amor se vuelve plena, saciada en todas las necesidades de su alma.
Ya no siente necesidad de las cosas mundanas, ni de los amores pasajeros de la tierra, sino sólo de Dios y de Su amor divino. El alma goza, se alegra, se regocija, se siente arrastrada, atrapada en el amor.
Y entonces en esas llamas ardientes del amor arde, arde y cuanto más arde más desea arder. Y si ya no mira, ya no mira las cosas mundanas, ni a sí misma, sino sólo a este Amor, entonces esta llama nunca disminuirá en ella, sino que crecerá hasta convertirse en un brasero, en un fuego vivo de amor.
Entonces el alma llegará a un amor en pura transformación, donde amará a Dios totalmente, puramente, libre de cualquier intención, deseo o mezcla de voluntad o de cosas humanas, personales. Amará a Dios por Sí mismo, servirá y obedecerá a Dios por Sí mismo, deseará dar a Dios amor filial porque Dios es amor, porque Dios es su Padre de Amor.
Y el alma deseará realmente darle todo hasta su propia vida y, sin embargo, esto le parecerá nada, poca cosa. Fue este amor en transformación pura el que di a Mis Pastorcitos de Fátima, que ya estaban plenamente disponibles y capaces, preparados y listos para recibir esta Llama de Amor que les llevó al amor en transformación pura en tan poco tiempo.
Entonces esta Llama de Amor Puro cortó los lazos que les ataban a la Tierra y volaron rápidamente al Cielo como relámpagos, como llamas y carros ardientes de amor, más ardientes que el de Elías. Y allí en el Cielo hay llamas de amor que continuamente dan a Dios el calor del amor ardiente de sus corazones junto a Mí.
Este mismo amor quiero daros a vosotros, hijos Míos, sólo dilatad vuestros corazones, sólo pedídmelo con todas vuestras fuerzas, quered esta llama de amor y decid no a todo lo que impida que esta llama de amor descienda de Mi corazón hacia vosotros.
Y entonces os convertiréis realmente en Mis llamas de amor que incluso mostrarán al mundo el Rostro del Amor que es el Rostro de Mi Hijo Jesús y el Rostro de la Madre del Amor que es Mi Rostro amoroso y complaciente. Y entonces Mis hijos finalmente vendrán a Mí, se enamorarán de Mí y todos irán al Señor y el mundo se salvará.
Seguid rezando Mi Rosario cada día, pues os llevaré a Mi Llama de Amor puro de amor divino. Seguid viniendo aquí para que Yo pueda expandir vuestros corazones hasta que pueda daros Mi Llama de Amor como se la di a Mis Pastorcitos en Fátima en la primera Aparición y como se la di a Mi hijito Marcos en la segunda Aparición.
Entonces nunca volveréis a ser los mismos y vuestros corazones podrán por fin dar a Dios el amor filial que tanto desea y abriréis por fin el mundo con Mi Llama de Amor renovándolo y preparándolo para el descenso del Espíritu Santo en el Segundo Pentecostés Mundial.
Aquí, en la persona, en la obra y en la palabra de mi hijito Marcos, muestro cada vez más el Rostro de mi hijo Jesús y mi Rostro de Amor, que verdaderamente hace que la dureza de muchos corazones sea vencida al fin por el poder de mi Amor.
Ayuda a Mi hijo Marcos, que es el servidor y mensajero del Rostro de Mi hijo Jesús y de Mi Rostro, a hacer triunfar Nuestros Rostros y Corazones de Amor en el mundo.
A todos los que hagan esto les prometo la salvación y serán amadas por Mi hijo y por Mí estas almas por toda la eternidad. Y estas almas estarán siempre en éxtasis eterno de amor contemplando Nuestros Rostros de forma indescriptible y llenos de gloria en el Cielo.
A todos y especialmente a Mis hijos que llevan la Medalla del Sagrado Rostro de Mi hijo Jesús, que difunden Mis Mensajes y Apariciones que hice con Mi hijo a Mi hijita Maria Pierina di Micheli.
Hoy doy mi indulgencia plenaria, la indulgencia del Rostro de mi hijo y a todos bendigo con amor desde Fátima, Caravaggio y Jacareí».
MENSAJE De San Judas Tadeo Al Sr. Carloss Tadeo, Padre Espiritual Del Vidente Marcos Tadeo
(San Judas Tadeo): «Queridos hermanos Míos Yo, Judas Tadeo, me alegro de venir hoy una vez más desde el Cielo para bendeciros y dar Mi Mensaje especial a mi amado hermano Carlos Tadeo.
Amadísimo hermano, Yo estoy siempre a tu lado. Cada día te amo más, nunca debes temer nada porque Yo estoy siempre diez pasos por delante de ti, abriéndote el camino, liberándote de todos los males y peligros, apartando todos los males, todos los obstáculos de tu camino.
Y haré que avancéis verdaderamente cada vez más por el camino del amor perfecto a María, nuestra Reina Santísima y al Señor, y nadie podrá detener vuestro camino, nadie podrá detener vuestro caminar, vuestro camino hacia el Cielo.
Yo voy siempre diez pasos por delante de ti, apartando obstáculos, allanándote el camino, enderezando la senda e incluso quitando muchas piedras y espinas que podrían herirte mortalmente. Hay algunas que no puedo quitar porque forman parte de tu santificación, pero las que Yo mismo me concedo las quito todas para suavizar tu caminar, tu sendero, tu camino hacia el Cielo.
Sí, querido hermano, ¡cuánto te amo! No puedes imaginar la felicidad que sentí cuando el día de la Ascensión de Nuestro Señor a los Cielos, Él me miró antes de desaparecer en el Cielo, en una nube blanca Él con Su mirada una vez más me mostró a ti, te mostró a Mí, te mostró también a Nuestro amado Marcos y tu misión como Su padre espiritual.
Oh, cómo disfruté, cómo me regocijé en aquel momento en que te vi y vi a Nuestro amadísimo Marcos. Entonces pedí al Señor, a través del Misterio de Su Santa Ascensión a los Cielos, que me concediera la gracia de mis sacrificios, predicaciones, buenas obras y todo lo que hice por Él, para obtener para ti gran gracia y misericordia, piedad y bondad del Padre.
Y el Señor me ha ayudado en todo esto concediéndome la misión de ser vuestro abogado, intercesor y protector. Y en cada momento de cada acto meritorio que yo realizara, una parte de estos méritos quedaría completamente reservada y aplicada a vosotros.
Por la comunión de los santos, los méritos de mi martirio, de mi predicación, de mi ministerio de hace dos mil años, te serían aplicados y tú te beneficiarías de ello dos mil años después. Y para beneficiarte más de estos grandes méritos, reza cada vez más Mi Rosario, difunde cada vez más Mi devoción, haz pequeños sacrificios para que verdaderamente tu Corazón se ensanche y se haga cada vez más digno de las gracias de los méritos que quiero aplicar sobre ti.
Cuando quieras alcanzar alguna gracia del Señor pide así: 'Oh Jesús por los méritos de tu siervo y primo Judas Tadeo concédeme esta gracia'.
Esta petición es irresistible y es para ti, el Cielo te la ha concedido y es por esta vía que alcanzarás muchas gracias por Mis méritos y mucho más te aprovecharás.
Amado Hermano Mi Manto está siempre sobre ti y especialmente cuando rezas Mi Rosario estoy continuamente derramando sobre ti el bálsamo de la gracia divina. Estoy continuamente derramando sobre ti las gracias que he obtenido con mi Martirio y con toda mi vida entregada al Señor.
Sí, verdaderamente cuando Me rezáis es como si entonarais una dulce canción que encanta, que embellece, enamora y funde Mi Corazón con el vuestro. Por eso, en ese momento te daré y te concederé gracias especiales y extraordinarias.
Deseo que aún más en este próximo mes de marzo hables de Mi vida y difundas Mi devoción. Enseña a todos cuánto deben amar a Dios a imitación mía y cuánto no deben compactarse nunca con las obras de las tinieblas, como Yo mismo te enseñé en mi carta divinamente inspirada. Entonces, de este modo, todos harán que sus vidas se ajusten verdaderamente al deseo del Señor y de la Madre de Dios.
En Su Asunción al Cielo yo estaba allí, vi Sus vestidos en la tumba vacía llenos de flores, los Ángeles cantaban y cuando miramos al Cielo la vi en una nube elevándose al Cielo más brillante que el Sol, coronada de estrellas y verdadera, divinamente hermosa.
Sí, y en ese momento Ella también me miró y de Su Corazón Inmaculado me llegó un rayo de Luz y entonces ese rayo de Luz me hizo verte, ver a Nuestro amado Marcos, ver tu misión como Su Padre espiritual y verte como una llama de amor asociada a Él para terminar y concluir los planes de la Madre de Dios sobre Él aquí en la Tierra.
¡Ah amado hermano! En aquel momento recé mucho por ti, pedí mucho por ti y ofrecí todos mis méritos presentes, pasados y futuros por ti, para que pudieras ser verdaderamente esta llama de amor con nuestro amado Marcos para la salvación de muchísimas almas y para la realización de planes que no puedes imaginar.
Entonces, la Señora mirándome dulcemente me hizo saber que era Su deseo que fuera Yo quien te custodiara y te preparara para Su servicio y para ser verdaderamente un Ángel consolador, una llama de amor de Su Corazón Inmaculado junto con Nuestro amadísimo Marcos.
Y en verdad, en ese momento lloré, lloré de alegría y gozo al ver que en el futuro habría una gran devota Mía que repararía el dolor que le causé al abandonarla en la Pasión con Nuestro Señor Jesucristo y huir.
Sí, a través de ti mi amado Carlos Tadeo, mi devoto y tú llevas mi nombre porque eres cosa y propiedad mía. A través de ti puedo por fin dar a mi Señora y Reina una reparación digna por el abandono que le di el Viernes Santo al huir y dejarla sola con Nuestro Señor en el Calvario.
A través de tu amor, de tu obediencia, de tu fidelidad a ella puedo en cierto modo reparar a través de ti el dolor que le causé, la soledad que le causé. Sí Por tanto, ama, sirve, sé siempre fiel a Nuestra Reina para que finalmente a través de tu amor pueda reparar el dolor que causé a su amor y a su corazón. Y a través de ti pueda verdaderamente hacer que muchas, muchas almas se enamoren de ella, completando mi reparación a través de los siglos.
Ah, amado Hermano Mío tengo tantos tesoros, tantas gracias que he pedido para ti a través de mis méritos. Ven, ven a mí todos los días, pídemelo siempre, pídemelo todo. Todo lo que sea según el deseo de Jesús te será dado y te prometo siempre y continuamente Mi protección constante, Mi guardia constante, ayuda y socorro.
No temas, tienes en el cielo un gran y poderoso abogado para ti y te digo que el que fue mi primo y que me dio uno de los primeros puestos en su corazón, no te negará nada, no te negará nada si pides a través de ti y conmigo. Así que pídeme siempre y siempre obtendrás y provecho.
Te amo mucho y en verdad siempre te he esculpido en la palma de Mis manos y Mis ojos amorosos están siempre sobre ti. Hago Mías las palabras de Nuestro amadísimo Marcos: De cada diez pensamientos que tengo, once son sobre ti, y a ti, te quiero mucho y siempre estás presente en Mi corazón pensando y rezando.
Permaneced en paz, caminad en paz, continuad este mes de marzo hablando de los dolores de la Madre de Dios. Y en este mes de marzo debéis dar a conocer más su aparición en Pontmain para que los hijos de la Madre de Dios conozcan su dolor y su pena, la consuelen y consuelen también a Nuestro Señor que hoy sigue siendo ofendido y crucificado por los hombres.
A todos os bendigo ahora y también especialmente a ti mi amadísimo hermano de Jerusalén, Nazaret y Jacari».
Orígenes:
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