domingo, 19 de febrero de 2017

Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Queridos hijos, hoy os invito a todos una vez más a expandir vuestros corazones hacia Mi Llama de Amor, esta llama aún busca almas que la quieran y que quieran tenerla en plenitud.

«Si mi Corazón Inmaculado, si encuentro a estas almas que quieren mi Llama de Amor, que quieren esta llama en plenitud, les daré esta llama con todo el poder. Y entonces, Mi Llama de Amor hará maravillas en el mundo a través de estos corazones ardientes de Mi Llama de Amor.

La razón por la que la mayoría de las almas no tienen Mi Llama de Amor es porque no la desean, no la quieren con toda la fuerza de su alma y de su voluntad. Y algunos la quieren sólo para disfrutarla, sentir sus beneficios, tener poderes o dones especiales. Pero no quieren que Mi Llama de Amor luche más por Mí, que luche más por Mí, que se canse más por Mí, que trabaje y luche aún más intensamente por la salvación de las almas.

Por eso Mi Llama de Amor no produce tanto fruto en las almas que la tienen. Y por eso muchas almas nunca la han poseído y tampoco la poseerán, porque la intención con la que piden Mi Llama de Amor es errónea y a estas almas no puedo darles Mi Llama de Amor.

Por tanto, hijos Míos, desead Mi Llama de Amor con todas vuestras fuerzas, pero desead con la intención correcta darme amor, consolarme, luchar más por Mí, cansaros más por Mí, darme más a Mí y dar más por la salvación de la humanidad.

Entonces sí, entonces os daré Mi Llama de Amor con todo Su poder y entonces os transformaré en verdaderas llamas incesantes de amor que abrasarán a toda la humanidad.

Hoy, que todavía estáis celebrando aquí la Fiesta de Mi hijita Bernadette, quiero que la imitéis en Su amor ardiente por el Señor y por Mí. Ella era verdaderamente una llama de amor incesante por Mí. También fue una gran apóstol, aunque su apostolado fue el apostolado del sufrimiento.

Sí, aceptando las enfermedades y las cruces de la vida, también se puede ser apóstol, también se puede salvar a las almas aunque estén atrapadas en el lecho del dolor y del sufrimiento. Por eso, hijos míos, quiero que la imitéis en este detalle: Cuando Dios os permita la enfermedad o el dolor, no blasfeméis ni os quejéis. Al contrario, llevad la cruz con paciencia y, como mi hijita Bernardita, ayudadme a salvar muchas almas ofreciendo el sufrimiento como sacrificio, para que así pueda salvar muchas, muchas almas para Dios.

Deseo que tú también la imites en la gran llama de amor que me tenía en la oración. La vida de mi hijita Bernadette era casi total: ¡oración, oración, oración!

Ella era una rosa viviente de Mi gran Rosario Místico formado por almas místicas de oración, de amor, de sacrificio. Y si la imitáis en su vida de oración, os convertiréis también en rosas blancas místicas: de amor, de oración que formarán un gran Rosario vivo universal que envolverá al mundo entero como una corriente de salvación que salvará a muchísimas almas.

Imitan a Mi hijita Bernadette en su gran amor a Dios, ella no pudo recorrer el mundo entero como los grandes santos misioneros, incluso en Lourdes no la dejaron hablar de Mí. Pero era grande en santidad, porque sabía hacer los pequeños actos de cada día: las oraciones, los deberes de estado, sus obligaciones, los pequeños sacrificios con gran amor.

Por eso se convirtió en la hija que más Me amó en la tierra y que más intensamente Me ama en el cielo, porque supo hacerlo todo en la tierra por amor a Mí. Es un nuevo camino de santidad que enseñé al mundo a través de ella. Cuando no podáis hacer grandes cosas por Mí, entonces haced las pequeñas cosas con gran amor por Mí. Y entonces seréis grandes santos en el Reino de los Cielos y daréis gran alegría y gloria a mi Corazón Inmaculado.

Aquí, en Mi Pequeña Lourdes de Brasil he hecho maravillas de amor a Mi Corazón a través de estos Cenáculos que Mi hijo Marcos hace para vosotros, estas maravillosas películas que hizo de Mis Apariciones. Sobre todo, ésta de Lourdes que convirtió a miles de Mis hijos en todo el mundo, encendiéndolos de amor por Mí y haciéndoles conocerme de una manera nunca antes vista.

Sí, aquellos que se enamoraron de Mí, Me dieron su «sí», Me entregaron su vida, su corazón e incluso su cuerpo gracias a esta película que Mi hijo Marcos hizo de Lourdes. Y muchas almas más lo harán, porque incluso cuando él ya no esté aquí en la Tierra, esta película continuará, continuará haciendo la obra de Mi hijo Marcos.

Sí, él seguirá encendiendo los corazones de las almas de todo el mundo a través de todas estas películas, Rosarios y Horas de Oración que hizo para Mí. Así salvará a las almas que rezan allí desde el Cielo y seguirá salvando almas aquí en la tierra a través de todo esto que hizo por Mí, que no se perderá, que no terminará con su muerte. Sí, verdaderamente este hijo mío seguirá salvando almas hasta el fin del mundo en el Cielo y en la Tierra.

Y en verdad hará que las moradas que los Ángeles malignos dejaron vacías se llenen por fin hasta el último de los elegidos, de los predestinados a ocuparlas. Y entonces, Mi hijo Jesús vendrá para poner fin a este mundo lleno de maldad y de pecado y traer a toda la humanidad un nuevo Cielo en la Tierra.

Sí, hijos Míos, todo esto se hará y aquí, Mi Llama de Amor a través de estos vídeos, Rosarios y Horas de Oración de Mi hijo Marcos, Mi Llama de Amor seguirá trabajando para formar hasta el fin del mundo a los grandes santos que Dios quiere.

Y entonces, verdaderamente estará completa Mi corona de gloria, una corona hecha de niños santos, hecha de la llama pura de amor de Mi corazón, una corona hecha de piedras vivas, de llamas vivas de amor que brillarán en Mi cabeza durante siglos y siglos.

Deseo que imitéis a mi hijita Bernadette en su amor por el Santo Rosario. Os prometo a todos imitar a Mi hija Bernardita y rezar Mi Rosario todos los días que os llevaré por el mismo camino de santidad por el que la llevé a ella. Camino que es desconocido para el mundo e incluso para la Iglesia y llevaré a estas almas por una santidad conocida por Dios, maravillosa, escondida en Mi Corazón y que generará frutos de santidad por los siglos de los siglos.

A todos bendigo con amor desde Lourdes, Fátima y Jacareí».