Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
lunes, 6 de febrero de 2017
Vigilia del 26º Aniversario de las Apariciones de Jacareí

(María Santísima): Queridos hijos, en esta noche santa antes del Aniversario de mis Apariciones, vengo del cielo para deciros: Aceptad mi gran Amor para que pueda realizar verdaderamente en vosotros mi Plan de Madre.
Aceptad Mi Amor dejando descender Mi Llama de Amor hasta transformar vuestros corazones y renovar la Faz de toda la Tierra.
Si Mi Llama de Amor encuentra un lugar en vuestros corazones, entonces deshará gradualmente la desconfianza, la oscuridad y la falta de fe de vuestras almas. Y entonces, Mi Llama se transmitirá de corazón a corazón liberando a todos Mis hijos que aún están atados a Satanás por el pecado o la oscuridad espiritual de la muerte, la muerte del pecado.
Mi Llama de Amor iluminará entonces el mundo y hará que todo brille con la gran luz de mi Corazón Inmaculado.
Mi Llama de Amor hará entonces maravillas en vosotros y os dará toda la fuerza y la energía para ser santos, para amar a Dios y para ser más ángeles que hombres en la tierra viviendo ya una vida total en Dios.
Aceptad Mi Amor, porque con Mi Amor en vuestros corazones tendréis la plenitud de la alegría, la plenitud de la paz, la plenitud del amor divino. Y no os faltará nada, no necesitaréis nada más. Y vuestros corazones ya no sentirán hambre ni sed de amor, porque mi amor saciará total y completamente vuestros corazones.
Esta noche, en esta noche santa, dad gracias a Dios porque ha sido muy bondadoso con vosotros al enviarme aquí. Mi pequeño hijo Marcos lo dijo muy bien: Aquella misma noche, hace 26 años, mientras él dormía inocentemente como un niño de tan sólo 13 años, Yo le miré desde Mi trono en el Cielo, le miré con amor, derramé ya sobre él Mis bendiciones y Mis gracias, os miré aquella noche a todos vosotros, hijos Míos, a todos los que un día conoceréis Mis apariciones aquí y Me diréis «sí».
Os miré a todos con amor y mi Corazón Inmaculado latió, latió fuerte, latió deprisa con amor por vosotros. Mi Corazón ya emanaba sobre todos vosotros grandes gracias y bendiciones, Mi Llama de Amor ya estaba deseando tejer la tierra para venir a buscaros.
Y aquella noche ya estaba escribiendo vuestros nombres en Mi Manto, en Mi Corazón y en el Libro de la Vida, donde están los nombres de todos los predestinados.
¡Ah, hijos míos! Con cuánto amor aquella noche os miré dormir. Y esperé con ansia el amanecer del 7 de febrero para aparecerme por fin a Mi hijito Marcos y a través de él comenzar Mi gran obra de conversión y salvación para todos vosotros.
Gracias a Dios en esta noche santa, porque exactamente en esta noche santa comenzó para vosotros la nueva vida, la vida de conversión, la vida de oración, la vida de amor.
Aquella noche, hijos míos, ya empezaba a descender sobre vosotros el rocío celestial de mi Madre Amor. Que a su debido tiempo haría brotar en vuestros corazones la semilla de Mis Mensajes y de Mi Gracia. Haciendo surgir toda clase de frutos de oración, amor, conversión, servicio a Dios, obediencia, fe, santidad.
Por eso, hijos míos, esta noche dad gracias a Dios y a mí también la Madre de vosotros, que desde entonces hasta hoy, nunca he dejado de amaros y de amar con todas las fibras de mi Corazón.
En esta noche santa deseo deciros: Trabajad, trabajad ahora más intensamente por el Triunfo de mi Corazón Inmaculado haciendo mis Cenáculos por todas partes. Porque a través de estos pequeños Cenáculos haré triunfar verdaderamente Mi Corazón Inmaculado en la tierra con la realización de Mis Secretos y el gran Triunfo de Mi Corazón Inmaculado.
No tengáis miedo porque cada Cenáculo que hacéis sacáis más almas de las garras de Satanás. Así como cada vez que me aparezco a mi hijito Marcos aquí Satanás pierde un poco más de poder. Cada vez que hacéis Mis Cenáculos y grupos de oración, más y más se debilita la influencia de Satanás sobre las almas y Yo puedo tocarlas más fácilmente, convertirlas y llevarlas de vuelta a Dios.
Este año realizaré grandes cosas, grandes gracias, si todos abrís vuestros corazones a Mi Llama de Amor. Esta Llama arderá en vuestros corazones y quemará en vosotros todo lo que queda de mundano, de terrenal.
Para tener esta Llama no exijo mucho conocimiento, ni mucha sabiduría, ni siquiera si el alma no tiene defectos. Sólo exijo amor, entrega y que Me deis plena libertad para actuar y hacer lo que queráis en vuestras vidas.
Si el alma Me da esta libertad, si el alma Me da este espacio, si el alma Me da esta confianza y este amor Yo lo haré todo, obraré maravillas y os transformaré a cada uno de vosotros en llamas incesantes de Mi Amor.
A ti mi hijito Marcos, mi llama incesante de amor, mi cazador de almas, que durante 26 años has dado tanta alegría, tanta satisfacción a mi Corazón de Madre.
Te bendigo generosamente en esta noche, esta noche en la que te miré con amor hace 26 años, te bendije mientras dormías como un ángel puro.
Sí, hijito, aquella noche no puedes imaginar cuánto te miré, cuánto te amé y cuánto sobre ti me incliné para prepararte para que al día siguiente vieras Mi luz, oyeras Mi voz y a través de ti comenzara Mi gran obra de salvar al mundo.
Tu ángel de la guarda, junto a tu lecho, oró por ti y abriendo y cerrando muchas veces sus alas de luz derramó sobre ti muchos torrentes de luz celestial para preparar tu cuerpo a ver Mi Luz y a oír Mi Voz.
Por eso, hija, tú, que siempre serás Mi hija y que siempre Me darás mucha alegría y nunca traicionarás Mi Amor, ¡sé feliz! Y hoy duerme muy feliz porque igual que aquella noche dividí tu vida entre la luz y las tinieblas y te pasé de la noche de la ignorancia de Dios, de la falta de oración, a la verdadera vida en Dios, al amor a Dios, a la paz y a la oración.
A través de ti en todos estos años y aún hoy he hecho que muchos hijos Míos salgan de la noche del alejamiento de Dios, de la vida sin oración a la vida en gracia, a la vida en el amor de Dios, a la oración para la verdadera vida en Dios.
Te bendigo y también a ti Mi amado Carlos Tadeu, en aquella noche del 6 de Febrero de 1991 también te miré con amor porque en el futuro serías el padre espiritual de Mi hijo Marcos Tadeu, Mi amado hijo Carlos Tadeu.
Y aquella noche te bendije mucho y tu Ángel de la Guarda San Eliel también te cubrió con sus alas, te ungió con el bálsamo de mi Amor de Madre. Y también derramó sobre ti el rocío celestial de mi Amor de Madre.
Sí hijo, esa noche también recibiste muchas gracias especiales. Por eso el día 7 es un día tan especial para ti. Igual que ese día es el día que elegí para derramar grandes gracias sobre Mi hijo Marcos, sobre todos Mis peregrinos e hijos que vienen aquí. El día 7 también es tu día, es el día en que nunca derramo gracias de amor sobre ti y sobre todo lo que te pertenece.
Así que, hijo Mío, esta noche duerme también feliz porque esta noche para ti es muy santa. Y mientras duermes Yo y tu Ángel también derramaremos muchas bendiciones sobre ti.
A todos bendigo ahora con amor desde Lourdes, Fátima y Jacareí.
¡Continuad Mis hijos rezando Mi Rosario todos los días!
Paz, buenas noches».
(Santa Filomena): «Queridos hermanos Míos, Yo, Filomena estoy feliz de venir a vosotros esta noche santa, para bendeciros y daros Mi Paz.
Gracias, gracias por venir, gracias por estar aquí esta noche alabando y amando a la Madre de Dios y a Nuestra Señora.
Gracias, gracias amados hermanos por el amor que le habéis mostrado y dado. Y este es mi llamamiento para vosotros hoy: Amad a la Reina y Mensajera de la Paz entregándole vuestros corazones con amor y confianza. Para que Su Llama de amor se deposite en vuestros corazones no se os exigen muchos méritos, ni muchas faltas, sino sólo y únicamente confianza en Ella.
Docilidad, obediencia y si le dais espacio para actuar y colocar Su Llama de Amor en vuestros corazones, Ella vendrá de verdad, colocará Su Llama de Amor en vosotros y una vez que esa Llama se encienda en vosotros nunca volveréis a ser los mismos.
Esta Llama arderá y dará a vuestros corazones santos deseos de amar más a Dios, de amarla más a Ella, de salvar más almas, de ser cazadores de almas siguiendo el ejemplo de Nuestro amado Marcos y también de Mi amado Carlos Tadeo.
Sí, este Mi amado y bendito hermano es el cazador de almas de la Madre de Dios en Ibitira y muchas almas verdaderamente la cazarán, se entregarán a Ella y verdaderamente llenarán muchas moradas celestiales, que sin su «sí» no se llenarían.
¡Oh sí! A través de los Cenáculos que hace por el amor que siente por Nuestra Bendita Reina y Su brillante ejemplo de obediencia y amor por Ella cuántas almas que por desgracia estaban condenadas al infierno se convertirán y llegarán al Cielo. Sí, ¡una gran multitud, una gran multitud!
Por eso este amado hermano nuestro merece verdaderamente el título con el que le llamó Nuestro amado Marcos: Cazador de almas.
Y todos vosotros, si también dejáis que la Llama de Amor de la Madre de Dios entre en vuestros corazones como él, también salvaréis a muchas almas, alcanzaréis un alto grado de santidad, daréis una gran alegría a Dios y a Su Madre.
¡Y verdaderamente cambiaréis la faz de la tierra de un pantano de pecado en el cielo!
Amad a la Reina y Mensajera de la Paz dejando que su Paz entre en vuestros corazones, dejando que esa Paz inunde vuestros corazones hasta desbordar el mundo entero.
Y entonces todos los que se acerquen a vosotros sentirán el amor, la presencia y el afecto de la Madre de Dios, como lo siente en nuestro amado Marcos.
Sí, no es bueno estar cerca de él sólo para vosotros. Para Nosotros, en el Cielo, también es muy bueno. Porque su Llama de Amor Nos hace sentir la Llama de Amor de la Madre de Dios, aunque Nosotros ya la sentimos en el Cielo.
Y lo que sentís cerca de él no es más que la Llama de Amor misma que le devora, que llena su corazón, que siempre ha quemado su corazón. Y esta Llama también la podéis sentir y tener vosotros si como Nuestro amado Marcos como Nuestro amado Carlos Tadeo dais vuestro «sí» a la Madre de Dios y dejáis que Su Llama de Amor actúe en vosotros.
Después de que esta Llama entre en vuestros corazones no pongáis obstáculos, no pongáis resistencia, de lo contrario esta Llama volverá a salir de vosotros y para obtenerla por segunda vez se os exigirá orar dos veces, amar dos veces, confiar dos veces, obedecer dos veces, ser dóciles dos veces.
Por tanto, hermanos míos, no contrastéis la Llama de amor de la Madre de Dios y no expulséis de vuestros corazones esta Llama que es el Espíritu Santo mismo.
Sino más bien abrid vuestros corazones a esta Llama y dejad que esta Llama actúe con poder en vosotros cambiándoos, sacando de vuestros corazones los sentimientos mundanos, terrenales, y poniendo en vuestros corazones los sentimientos divinos, celestiales, llenos de amor por el Señor y por ella.
Entonces en vosotros triunfará y Satanás será derrotado en vuestra vida y a través de vosotros en muchas otras vidas.
Amado hermano Carlos Tadeo, ¡bienvenido de nuevo! Cuánto tiempo he estado esperándote aquí, te he echado mucho de menos.
¡Gracias por venir, gracias por volver! Que sepas que sigo contigo en todas partes, te he protegido, te he apoyado, te he amado. Cada día te he cubierto con Mi Manto, no he dejado que te falte ninguna gracia.
Mantengo muy lejos de ti a los demonios, que con tanto odio hacia ti seguro que te habrían aplastado como a un insecto. Pero Yo no lo permito ni lo permitiré jamás porque sois Míos, Me habéis sido confiados por los Sagrados Corazones Unidos, y Yo os guardaré, os guardaré mucho más profundamente que la fibra más íntima de Mi Corazón.
Hoy vengo a darte una nueva gracia: Todos los días 10 de cada mes os daré una bendición a las tres de la tarde en que fui martirizado. Derramaré sobre vosotros las gracias de los méritos de mi martirio y os concederé una gracia, una bendición especial, cada 10 de cada mes a esa hora.
Y todo lo que me pidáis ese día os prometo que lo presentaré a Dios envuelto en los méritos de mi martirio y de mi derramamiento de sangre y os daré muchas, muchas gracias.
Os quiero mucho, soy vuestro protector y junto con todos los Ángeles y Santos, nunca, nunca os abandono. Y ahora os bendigo especialmente derramando sobre vosotros una nueva porción de las gracias y del bálsamo del amor del Señor que producirá en vosotros muchos frutos nuevos de amor, de gracia y de santidad.
Y a todos vosotros, mis amados hermanos, a quienes tanto amo y quiero, os bendigo de nuevo con el amor de Mugnano, Roma y Jacari.
Pronto mi amado Marcos me hará un Rosario, una Corona, prometo de antemano a todos los que lo recen, especialmente el día 10 de cada mes grandes gracias. También prometo conceder a todos los que Me honren con este Rosario, que mi amado Marcos hará la gracia de sacar del Purgatorio cada día 10 de cada mes un alma de su familiar de su elección y también de elegir a cualquier familiar suyo para que sea especialmente protegido y custodiado por Mí.
A todos dejo Mi Paz. Buenas noches».
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