Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

 

domingo, 5 de febrero de 2017

Mensaje de María Santísima

 

(María Santísima): Queridos hijos, hoy, en la Fiesta de Mi hija Santa Águeda, vengo del Cielo para deciros de nuevo: ¡El Amor es Jesús, el Amor es Dios, Dios es Amor, el Amor es Dios, el Amor es Jesús!

¡Ama al Amor que no es amado! Amad el Amor que es despreciado por los hombres y que es pisoteado por los pies ingratos de tantos hijos, que aunque creados con tanto amor a su Padre y Creador, estos hijos desprecian cada día el amor del Padre, llenándolo de ofensas, ingratitudes, pecados y sacrilegios.

El Amor, el Amor que ha venido aquí a vuestro encuentro, para salvaros a todos. El Amor que Aquí se ha revelado a través de Mí, ha revelado Su rostro dulce, tierno, amable, Su rostro amoroso que quiere salvar a todos Sus hijos, que quiere salvaros a todos vosotros.

Amor Amor, el Amor que Aquí no ha escatimado esfuerzos para venir a ti, para revelarse a ti, para entregarse a ti, para sacarte del fango del pecado, para sacarte del fango, de la confusión espiritual, de la apostasía, de la indiferencia en la que te encontrabas. El Amor que Aquí no ha medido sacrificios ni esfuerzos para salvarte y enriquecerte con Sus Gracias y Sus dones de Amor.

Amad al Amor que Aquí Me envió para ser el Mensajero del Amor y de la Paz, para ser un signo del Amor de Dios entre vosotros, para ser la puerta a este Amor y el camino que os conduce a este Amor.

Amad al Amor que Aquí a través de Mí con palabras sencillas, con palabras claras y luminosas se dio a conocer a vosotros, se hizo sentir por vosotros, se hizo ver por vosotros, se dejó encontrar por vosotros.

Amad este Amor que es Dios, que es Jesús y que traigo Conmigo en Mis Apariciones Aquí, abridle vuestros corazones y dejadle entrar en vuestros corazones y reinar como entró y reinó en el corazón de Mi hija Ágatha, Águeda.

Si abrís vuestros corazones a Jesús, al Amor como Ella, Dios os dará una fortaleza inquebrantable contra la que ni el demonio ni mil demonios podrán hacer nada para derribaros y robaros la corona de la vida eterna.

Si abrís vuestros corazones a este Amor, que es Jesús mismo, que es Dios, que es el Espíritu Santo y a quien conocéis aquí como la Llama de Amor del Corazón Inmaculado de María. Este Amor os transformará en los grandes Santos que el mundo nunca ha visto.

Seréis testigos valientes como Mi Hija Águeda y a través de vuestra palabra, ejemplo, méritos y también de vuestros sufrimientos con un pequeño martirio diario se salvarán millones de almas. Y entonces, la luz mística de mi Corazón Inmaculado irradiará al mundo entero, transformándolo en el Reino de Amor de mi Corazón y del Señor.

Este Amor está tan cerca de ti, ¡es mi Llama de Amor! Extiende tu mano, tócala, siéntela, recíbela, póntela, enciéndela en tu corazón.

Mi Llama de Amor iluminará entonces tu interior disipando todas las tinieblas del pecado, todas las tinieblas de la confusión espiritual y te dará la fuerza y la energía interior que necesitas para lanzarte a los brazos de Jesús. Y amarás a Jesús como nunca fue amado sobre la faz de la tierra.

Entonces Mi enemigo habrá perdido la mayor de todas las batallas, la batalla de tu corazón, porque eso es lo que quiere. Como usurpador quiere quitarle a Mi Hijo el lugar que le pertenece en vuestros corazones. Y si entregáis vuestros corazones a Jesús, que es Amor, Satanás será derrotado, perderá la batalla de vuestro corazón. Y entonces, su derrota final en la guerra final, entre Yo, la Mujer vestida de Sol, y él, entre Mi Hijo y él, sucederá en un periodo de tiempo muy corto.

¡Oh, hijos míos! ¡Difundid Mi Llama de Amor por toda la Tierra! Mirad la desolación en que se encuentra la humanidad, mirad al mundo entero hundido en el fango del pecado.

Mirad el mundo entero desgarrado por las guerras, la discordia, las luchas fratricidas, el aborto, la perdición de la juventud, las familias sin oración, sin fe, viviendo como paganos. Y criando hijos no para Dios, sino para perderse en cosas mundanas. Mira mi dolor, mira mi corazón que es puro dolor por la pérdida de tantas almas.

Enciende Mi Llama de Amor en las almas y en los corazones haciendo Mis Cenáculos de oración por todas partes, dando a todos un ejemplo luminoso de amor, de oración, de fidelidad a Dios testimoniando valientemente la fe católica como Mi hija Águeda.

Y si por ello os llega la cruz de la persecución, de la incomprensión o incluso del martirio, abrazadla con valentía por la salvación de tantos millones de almas que se os atribuyen. Y que sin vuestras oraciones y sacrificios, sin vuestro amor no podréis salvaros.

Oscuras y densas nubes cubren toda la tierra, es la nube de la apostasía, es la nube de la pérdida de la verdadera fe católica, es la nube de la confusión espiritual. Ayudadme a disipar estas densas nubes con la luz de vuestra fe, oración y amor.

Si vosotros, hijos Míos, ponéis vuestro amor en colaboración con Mi Llama de Amor, esta luz mística de Nuestros Corazones pulsando juntos ahuyentará las tinieblas y brillará de nuevo el Sol de la salvación y de la paz para toda la humanidad.

Nubes rojas cubren toda la tierra, es la nube del protestantismo, del socialismo, de la revolución contra Dios. Ayudadme hijos, con la luz mística de Mi Llama de Amor unida a la luz de vuestras oraciones, sacrificios generosos y luminosos ofrecidos a Mí cada día podremos alejar esa nube, esa nube pestilente y mortífera que aún se cierne sobre Brasil, América Latina y tantos lugares del mundo.

Ved el mundo cubierto hijos Míos con la nube gris del protestantismo y de las sectas. Con la luz de Mi Llama de Amor unida a la luz de los Rosarios, ayunos y sacrificios que Me ofrecéis, puedo alejar la nube gris del protestantismo de Brasil y del mundo entero.

¡Venid, venid a Mí! Venid a entregarme vuestros corazones y entonces nuestros corazones latiendo juntos emitirán una luz tan fuerte que Satanás y los demonios quedarán paralizados como estatuas y ya no podrán seducir a las almas al error y al pecado.

Cuento con el «sí» de vuestros corazones y con vuestra generosidad para llevar a cabo todo lo que mi hijo Jesús, el Padre y el Espíritu Santo me dijeron aquí que hiciera.

Soy María cruzada de la serpiente infernal, Señora de todos los pueblos y Reina de todos los Santos. Y aquí en la persona de mi hijito Marcos, el más obediente de mis siervos emano mi luz mística, que atrae cada vez más corazones a mi Llama de Amor y a formar aquí mi falange invencible de incesantes almas de amor.

Y en su persona elevo aquí cada vez más Mi Santuario, Mi fortaleza invencible de fe, amor y oración. Y desde aquí emanaré mi luz mística, junto con la luz de los corazones que me respondieron «sí». Y entonces, en el momento marcado por Dios, detendré a Satanás para siempre.

Y nuestra luz, unida al resplandor que emitirá el Espíritu Santo en el Segundo Pentecostés, acabará por arrojar y encarcelar para siempre a Satanás y a los demonios en las profundidades del infierno. El mundo se renovará, Satanás será derrotado, el mal y el pecado serán expulsados de la tierra.

Y finalmente, ¡triunfará mi Corazón Inmaculado y Dios volverá a ser servido y adorado para siempre!

Seguid rezando mi Rosario cada día, a través de él mi Llama de Amor os hará amar cada vez más el amor que es Dios, que es Jesús. Y entonces, hijos Míos, la luz brillará y las tinieblas del mal serán finalmente disipadas.

En cuanto a ti Mi amado hijo Carlos Tadeo, mi pequeño cazador de almas, que junto con mi pequeño hijo Marcos, caza almas para Mí.

Sí, tú eres Mi Gusmão Domingo de los últimos tiempos, como muy bien dijo Mi hijito Marcos. Eres mi Duns Scoto, muy devoto de mi Inmaculada Concepción, caballero de la Inmaculada que lleva mi gracia, mi Amor y mi Rosario que salva, que ilumina a las almas, para todo el mundo, para todos mis hijos.

Hijo mío, no puedes imaginar cuánto amor tengo en mi Corazón por ti, por ti. Este amor se te dará cada vez más, se derramará sobre ti y se hará a través de ti y en ti maravillas.

Hijo mío, que sepas que en tu estado caerán seis castigos el próximo mes de abril. Y gracias a los cenáculos que habéis hecho por Mí, a los Rosarios que habéis rezado por Mí con tanto amor, Mi Hijo Jesús canceló estos castigos que los hombres merecían por sus pecados.

Y no sólo eso, sino que también en el estado de Alagoas debía caer una gran desgracia que fue apartada gracias a vuestras oraciones, a vuestros cenáculos y a vuestro amor por Mí.

Así que estad muy contentos porque salvasteis a muchas almas con vuestro amor, vuestras oraciones y vuestros sacrificios.

Mi hijo Jesús está muy contento contigo, muy satisfecho y ha decidido que pronto te dará una gran gracia de su Sagrado Corazón que con el tiempo conocerás y verás. Así pues, hijo mío, alégrate con alegría, porque grande es el amor de Dios, de mi Hijo y el mío por ti.

Mi plan seguirá contigo y las maravillas no han hecho más que empezar. El perfume de rosas que he emanado de la imagen que te he dado es un signo de mi gran amor que se hará más y más fuerte cuanto mayor sea la necesidad y más densas se hagan las tinieblas que envuelven al mundo.

Es el signo de Mi contento, de Mi alegría por las oraciones de tantos hijos Míos, que gracias a su «sí» ahora Me conocen, Me buscan, Me aman y mucho más quieren amarme. Y mucho más hijo, haré.

Pronto enviaré a Bernadette para que te guíe por el camino del verdadero amor y te conduzca a un conocimiento aún más profundo e intenso de Mi amor, del amor del Señor y de Su misión.

Te bendigo ahora con gran amor y bendigo también a todos Mis hijos, especialmente a ti Mi pequeño Benjamín, Mi pequeño Ricardo Batalha.

Gracias por venir, gracias a Mis hijos portugueses, mexicanos, brasileños, a todos los que habéis venido, habéis dado tanta alegría a Mi Corazón.

Cuando estáis aquí Mi Corazón se alegra. Cuando Mi hijo Carlos Tadeu está aquí olvido las penas que Me dan Mis hijos, olvido las penas que Me dan, incluso olvido las penas que Me causan.

Mientras Mi hijo Carlos Tadeo está Aquí ninguna espada de dolor se clava en Mi Corazón, ninguna espina se clava en Mi Corazón y en el lugar rosas de amor, de alegría, de contento cubren Mi corazón y Me dan una alegría sin precedentes.

Y a ti también, mi pequeño Benjamín, te digo lo mismo: Has dado una gran alegría a Mi Corazón al venir aquí. Y hoy como hace mucho tiempo, no lloré, no sentí dolor por los pecados del mundo y una gran alegría reconfortó Mi Corazón.

A todos bendigo con amor ahora desde Lourdes, Fátima y Jacareí».

(Santa Águeda): «Queridos hermanos míos, yo, Águeda de Catania, estoy muy feliz de venir hoy aquí con la Madre de Dios una vez más para bendeciros y deciros: ¡Os amo a todos! ¡Os amo con todo mi corazón!

Os amo y os he protegido de todos los males que en el momento presente hacen que tantas almas caigan en manos de Satanás y pierdan su salvación. Os amo, he escuchado vuestras oraciones y no he dejado a nadie abandonado ni desamparado.

Os amo y os pido Amad el amor divino que Me amó y que Me transformó en una estrella muy brillante en el Cielo, que aún hoy proyecta rayos luminosos en medio de las tinieblas de la humanidad sin Dios, para iluminarla y mostrarle el camino correcto de la salvación.

Amad al Amor Divino abriéndole las puertas de vuestros corazones. ¡No tengáis miedo de este amor! ¡No tengáis miedo de experimentar este amor! Dadle una oportunidad a este amor y veréis lo que será capaz de hacer. No lo bloqueéis, no lo detengáis, no lo mantengáis centrado en el Corazón de Jesús y de María. Pero antes, deja que este Amor Divino, esta Llama de Amor descienda hasta ti y te transforme en llamas incesantes de amor.

Ama al Amor Divino renunciando a las cosas mundanas que te impiden recibir y vivir este Amor, dando los frutos de este Amor. Y transfórmate también en estas llamas de amor convirtiéndote en la humanidad perfecta realizada en Dios como lo es la Virgen María.

Entonces os transformaréis a imagen y semejanza de Dios, tendréis su Amor, tendréis su Gracia, os convertiréis en herederos de la felicidad eterna. Y el Padre os revelará los secretos de Su amor, que sólo revela a los que Le abren su corazón convirtiéndose en Sus amigos e íntimos.

Dios envió aquí a Nuestra Santa Reina para ofreceros esta amistad con Él, la amistad del amor. Si aceptáis este Amor, Dios vendrá a vosotros, os revelará los secretos de Su Amor, es decir, os dará a conocer lo que quiere, lo que desea, lo que siente por vosotros, lo que espera de vosotros.

Te revelará Sus misterios que están ocultos a los hombres, a las personas mundanas que no quieren este amor. Y entonces tu alma será atravesada por los rayos del amor de Dios. Los secretos arcanos del Cielo se desvelarán ante ti. Y entonces verás, pero no con los ojos de la carne, con los ojos del alma verás cuánto te ha amado Dios, cuánto ha hecho Dios por ti.

Verás la gloria de Dios, la belleza de Dios y la extensión infinita del Amor de Dios por ti. Esto es lo que Me ocurrió a Mí, abrí Mi Corazón a la amistad amorosa de Dios en las tardes que pasaba en oración ininterrumpida en Mi Jardín.

Y cuando abrí Mi Corazón a la amistad amorosa del Señor, Él vino a Mí, me hizo sentir Su Amor, me hizo experimentar Su Amor, me reveló Su Rostro amoroso, desveló ante Mí Sus Secretos, me hizo ver lo que quería de Mí, lo que esperaba de Mí.

Y cuando Le vi, cuando vi el rostro del Señor con los ojos de Mi alma, con los ojos del Amor. Entonces, Mi alma quedó ligada a Él para siempre, Mi alma se fundió en Él como el hierro en el horno.

Y entonces, Mi alma se fundió con Él, se hizo una con Él, y entonces, Él vino a vivir en Mí, y ya no era Yo quien vivía en Mí.

Si abrís vuestros corazones a este Amor, os ocurrirá lo mismo. Dios no tiene ningún amigo, mientras que todos vosotros tenéis tantos, sólo Él y Su Madre no tienen ningún amigo verdadero que les tenga amor de amistad y quiera unirse a Él a través del amor de la intimidad.

Sed las almas que quieren tener ese amor con ellos mientras tantos no lo tienen. Y entonces os digo Vosotros también os transformaréis en otras Águedas, en otros Aghatas que iluminarán el mundo con la luz del Amor, con la luz del Amor Divino.

Y entonces todas las almas conocerán este Amor y conociendo este Amor, conociendo esta Verdad serán salvadas por esta Verdad.

Te ayudaré con mis oraciones, sigue rezando mi Rosario siempre que puedas, porque a través de él te daré muchas y copiosas gracias.

Y en cuanto a ti Mi amado hermano Carlos Tadeo, te he acompañado en tus Cenáculos, he ido contigo incluso en tu trabajo y hasta mientras duermes, he estado junto a tu lecho. Estoy contigo aunque no Me veas y detengo con el poder de Mis méritos y de Mi martirio, detengo a los demonios y los alejo muchos kilómetros de ti y de todas las personas que acuden a ti para orar contigo.

Mientras hacéis los Cenáculos estoy siempre allí junto a la Imagen de la Madre de Dios ofreciendo los méritos de mi martirio por vosotros y por todas las almas amigas vuestras que os aman y os ayudan. Y derramo sobre todos vosotros muchas y copiosas gracias.

Hoy, en el día de mi fiesta, nuestro Señor y nuestra Bendita Reina me han concedido una gracia especial sólo para vosotros. Una bendición sólo para ti, para que te acompañe durante toda tu vida, te haga feliz y te convierta en una gran santa.

Y ahora te la doy, la derramo sobre ti y te cubro ahora con Mi Manto de Luz.

Has recibido el privilegio de Santa Águeda, Mi privilegio, el privilegio de Catania. Así que sé feliz, sé muy feliz. Yo estoy siempre con vosotros y cuando rezáis mi Rosario vengo inmediatamente del Cielo con Santa Inés, con Bárbara, con Perpetua, con Felicidad, con Sofía, Sinforosa y muchos santos y mártires y derramo sobre vosotros muchas, muchas gracias del Señor.

Continúa amado Hermano Mío sin miedo a hacer lo que la Madre de Dios te pidió. No podéis imaginar cuántas almas enviaréis al Cielo. De hecho, numerosas moradas del Cielo se llenarán de almas que salvarás y esto dará a Dios honor y gloria por los siglos de los siglos.

Te bendigo y una vez más te digo Te quiero y siempre estoy contigo.

Hoy tu madre terrenal te dice que nunca la has hecho tan feliz como ahora, sirviendo a la Madre de Dios.

Te bendigo y también te bendigo a ti, amado Ricardo, que has traído a la Madre de Dios más que una corona, has traído tu corazón, has traído tu vida. He sido tu protectora durante mucho tiempo, te he guardado, te he protegido y he alejado de ti todo lo que quería desviarte del plan que la Madre de Dios hizo para ti.

También he visto tus sufrimientos y te lo prometo: Pronto convertiré todo esto en gracias para ti y para las almas de tu familia, que sólo se salvarán gracias a tus méritos, oraciones y amor.

Te prometo que cada 5 de febrero, día de Mi Fiesta, te prometo salvar a tres almas de tu familia a tu elección que quieras.

Sólo te doy esta gran prueba de mi amor y te digo: Querido Hermano Mío, te quiero mucho y siempre estaré a tu lado.

Amado Carlos Tadeo, cada vez que reces Mi Rosario, prometo tomar un alma de tu familia, de tus antepasados del purgatorio, y prometo preservar a otra alma de tu familia que aún vive de las mismas llamas purgadoras que sufren las almas en el más allá.

Os bendigo amorosamente y a todos vosotros también, os bendigo desde Catania, Siracusa con Lucia, y Jacari.

(Marcos): «Amada Madre, ¿puedes tocar estos hábitos de postulante para tus dos hijos Ricardo Batalha y Edgar?

Orígenes:

➥ MensageiraDaPaz.org

➥ www.AvisosDoCeu.com.br

➥ www.AparicoesDeJacarei.com.br

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