Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania
domingo, 5 de marzo de 2017
1er Domingo de Cuaresma.
El Padre Celestial habla después de la Misa del Sacrificio Tridentino según Pío V. a través de Su instrumento e hija Ana, dispuesta, humilde y obediente.

Hoy hemos celebrado el primer domingo de Cuaresma en una misa reverente y de verdadero sacrificio. Hoy no había adornos florales en el altar mayor, pero el altar de María estaba adornado con abundantes adornos florales.
El Padre Celestial habla: Yo, el Padre Celestial, hablo ahora y en este momento, a través de Mi dispuesta, obediente y humilde instrumento e hija Ana, que está completamente en Mi Voluntad y repite sólo palabras que vienen de Mí.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo Amén.
Hoy hemos celebrado el primer Domingo de Cuaresma. Esta Santa Misa de Sacrificio fue celebrada por Mi hijo sacerdote en Gotinga con toda reverencia y gratitud. Los ángeles entraban y salían. Se reunieron en torno al altar del sacrificio y también en torno al altar de María.
Mis amados hijos, Mi amado pequeño rebaño, amados seguidores y peregrinos de cerca y de lejos, os hablo hoy a través de Mi instrumento dispuesto, que está en el hospital de Göttingen, ya que así está en Mi Voluntad. Vosotros, hijos míos, no pudisteis dirigir la última vez y tampoco pudisteis comprenderlo. Tú, hijita Mía, has preguntado a menudo: «Padre, ¿es realmente Tu voluntad que deba soportar un dolor insoportable? - Mi pequeño amado, se trata de la emisión del mundo y del dolor del mundo. Te llevaré hasta los límites de la impotencia y te ayudaré a sobrevivir a este tiempo.
Sí, querido Padre Celestial, si es Tu voluntad, me entregaré a ella por completo.
El Padre celestial continúa hablando: Pero apenas podías creer que era mi voluntad, pues tus dolores se hacían cada vez más insoportables. Sí, mi pequeña amada, hoy puedo decirte que era mi voluntad, puesto que se trata de la misión mundial. No podías explicarte que tu Padre Celestial esperara tal cosa de ti en estos últimos días antes de la doble hernia discal, que tuvo que ser extirpada quirúrgicamente, puesto que estaba planeada según Mi Voluntad. Todo, mi pequeña amada, no podías comprender y tampoco podías explicarte por lo que te haría pasar el Padre Celestial. Pero dijiste que sí: «Sí, Padre Celestial, si corresponde a tu voluntad, lo sufriré». Y tu sufrimiento fue grande e inconcebible para ti. El sufrimiento, Mi pequeña amada, significa amor por ti. Sufrir por amor, eso sí que significa fe. Si tu fe no es lo suficientemente profunda, no podrás sobrevivir a este último tiempo y no podrás subir los últimos peldaños del Calvario, pero eso no significa que no puedas comprender Mi voluntad. Profundos como el mar serán tus sufrimientos en este último tiempo, porque subirás por el Calvario hasta el monte Gólgota. Estos son los últimos pasos, amados Míos, y estos pasos son insondablemente difíciles. Si no os hubiera dado a Nuestra Señora para ayudaros, no podríais sufrir esta vez, porque estaréis unidos a Mi sufrimiento en la cruz. ¿Te imaginas cómo podría ser? Yo, el gran Dios Trinitario y vosotros, Mis hijos.
Yo, Jesucristo, el Redentor del mundo entero en la Trinidad quiero redimir a todos los hombres ¿y vosotros queréis comprenderlo? Pero vosotros creéis y vuestra fe ha crecido en el tiempo del sufrimiento. Si no tuvieras esta fe profunda, no serías capaz de soportar este último tiempo, aunque no pudieras soportar este sufrimiento, Mi pequeña amada, que todavía tienes que sufrir aquí en este hospital.
Por eso te hablo hoy, en este primer domingo de Cuaresma, en el hospital y no en la iglesia doméstica de Gotinga.
Ha comenzado el gran tiempo de gracia. Tiempo de gracia significa ayuno. Durante esta Cuaresma recibiréis gracias especialmente grandes. Son dones.
Por amor, Mis amados hijos, habéis sufrido todo esto y ahora está llegando a su fin. Por eso os exijo lo máximo. El extremo significa amor, amor, amor.
Amadme más íntimamente porque sabéis que sois Mis amados hijos a quienes he encantado inexpresablemente Conmigo, con Mi hechizo de amor.
Así que sed valientes y continuad subiendo los peldaños del Calvario y no os detengáis. ¡Adelante!
Mi hijita Katharina debe creer profunda e íntimamente, hacer todo por Mí, aprender a soportar estos sufrimientos por amor a Mí. Ella debe entregarse completamente a Mí y confiar en Mí. Lo que he dicho es toda la verdad. Nunca me retracto de nada. Nunca he dicho la falsedad. Todo lo que sale de mi boca y lo que recibes corresponde a la verdad plena, aunque no puedas comprenderlo. Seguramente no puedes imaginar lo que esto significa para ti.
Corresponde a mi amor. Por eso ámame más profunda e íntimamente. Esto espero de ti, para que la misión del mundo pueda cumplirse por completo. Sólo tú estás en la transmisión del mundo y nadie más. Sufre por el mundo entero, ése es mi deseo más ardiente.
Por eso te bendigo hoy con todos los ángeles y santos y con tu queridísima Madre y Reina del Mundo en la Trinidad, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Sed amados por toda la eternidad en la Trinidad. Amén.
Orígenes:
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.