viernes, 14 de abril de 2017

«¡No profanéis lo que es santo! Amén».

- Mensaje nº 1174 -

Hija mía. Mi querido hijo. Tu mundo está convulsionado. Muchas veces lo hemos dicho, hoy queremos explicaros lo que está ocurriendo.

El engaño y la superchería son utilizados por el demonio para llevaros, amados hijos de Mi Hijo, por caminos falsos. Nunca penséis que está bien celebrar las fiestas en honor de Mi Hijo como una «diversión recreativa», porque ese no es el propósito de estas festividades.

Profanáis el tiempo más sagrado , os ocupáis de los negocios, las compras y vuestro bienestar, pero tenéis poco o ningún tiempo para Jesús, no Le honráis, no Le recordáis y degradáis Su muerte y resurrección ocupándoos de vuestro bienestar, vuestros placeres y negocios en lugar de hacer una pausa y centrar vuestra vida en Él, ¡vuestro Salvador!

Tu mundo está patas arriba, ¡y el diablo se está riendo en la manga! Le resulta fácil jugar contigo, que celebras estos Días Santos con tanta incredulidad e indiferencia. ¿No os da un poco de vergüenza? ¿Seguís pensando que entraréis en el Reino de los Cielos, aunque no tengáis ni dediquéis tiempo alguno a vuestro Salvador en la Tierra?

Hijos Míos. Mis tan amados hijos. ¡Deteneos y reflexionad sobre lo esencial! Estos días son Santos, y Santos debéis dedicarlos . A los que siguen insistiendo en su bienestar, les digo: Llegará el día en que tendréis que rendir cuentas, ¿y qué tenéis que ofrecer como excusa para vuestro comportamiento tan indiferente?

Amados hijos. Que se os diga: Quien no confiese a Jesús durante su vida «se arrepentirá». Tendrá que sufrir y/o pagar la culpa, y esta condición será dolorosa. Saber que actuó mal, incluso que vivió mal, «desgarrará» su alma, pero no se desgarrará, sino que el dolor permanecerá.

Amados hijos. No os hagáis este sufrimiento tan cruel y santificad vuestros días de fiesta. Comprometedlas como Jesús muestra a través de Su Santa Iglesia y participad en estas fiestas, porque son Santas y Honran a Mi Hijo. ¿Por qué habría de defenderos Él, que se entregó por vosotros, y salvaros del abismo, si vosotros Le deshonráis y sólo os ocupáis de vuestro bienestar?

Hijos, ¡estáis advertidos! El gran día está cerca , y ¡ay de aquel que no se arrepienta (!), no se convierta (!), no se prepare (!), que se os diga: vuestra alma perecerá, porque el tiempo prometido no llegará a ser vuestro. Sólo los hijos fieles entrarán en Su Nuevo Reino, pero todos los demás perecerán y sufrirán.

Así que preparaos, hijos Míos, y ¡Santa lo que es Santo! No permitáis que el demonio gane poder sobre vosotros cediendo a las tentaciones y al deshonor y la profanación, sino sed la roca de la firmeza, sed hijos verdaderos y fieles del Señor. Así, el gran día de alegría será también éste para vosotros, ¡y vuestra alma se alegrará!

Estad preparados, amados hijos, pues el tiempo que queda es corto, y pronto, muy pronto, los acontecimientos pasarán. Amén.

Os amo. Estad preparados en todo momento.

Vuestra Madre del cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.