domingo, 12 de marzo de 2017

Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Queridos hijos, hoy que celebráis aquí el Aniversario de mis Apariciones a mi hijita Amalia Aguirre vengo de nuevo hoy desde el Cielo para deciros: Grande es el poder de mis Lágrimas, estas lágrimas que derramé en el Calvario y durante toda mi vida con mi hijo Jesús por vuestra salvación. Estas lágrimas son grandes ante el Padre, porque fueron derramadas por amor al Padre, por amor al hijo y por amor a toda la humanidad.

Mis Lágrimas fueron parte del precio del rescate de toda la humanidad, fueron parte del precio de la salvación del mundo. Por eso Mis Lágrimas son muy poderosas ante el Padre y Él no niega nada a lo que piden Mis Lágrimas.

Sí, porque fueron Lágrimas de Amor por Él, Lágrimas de Amor por nuestro Hijo Jesucristo, mi Divino Hijo, el Padre no Me niega nada, porque Mis Lágrimas fueron Lágrimas de ardiente caridad.

El mérito de Mis Lágrimas está todo contenido en el gran grado de caridad con que las derramé por el Padre, por Mi hijo Jesucristo y por toda la humanidad. Y fue esta gran caridad con la que lloré por la salvación de la humanidad, es este gran grado de amor y caridad el que dio a Mis Lágrimas tantos méritos y el que hizo que Mis Lágrimas tuvieran tanto poder ante la Santísima Trinidad.

Por eso, hijos míos, utilizad siempre el poder de Mis Lágrimas para obtener las virtudes que no tenéis, para obtener las gracias de santificación y de salvación que aún no poseéis. Y, sobre todo, para conseguir la mayor de todas las gracias: Mi Llama de Amor, para hacer con ella correcta y verdaderamente la voluntad de Dios y alcanzar así la salvación para vosotros mismos, la santidad y la perfección de vuestras almas ante Dios.

Grande es el poder de Mis Lágrimas porque el poder de Mis Lágrimas es el poder de la Caridad, del amor. Fue el Amor lo que Me hizo llorar por mi hijo Jesucristo toda mi vida, fue la Caridad y el Amor lo que Me hizo llorar con Jesús por la salvación de la humanidad toda mi vida.

Y es en este poder del Amor y de la Caridad lo que ha dado tantos méritos a Mis lágrimas, es en esta caridad donde reside todo el secreto del poder de Mis Lágrimas. Por eso Mis hijos acuden siempre a Mis Lágrimas maternales para pedir a Mi Hijo misericordia y perdón para toda la humanidad.

Los pecados del mundo aumentan cada día y sólo el poder de Mis Lágrimas puede lograr la conversión de tantos hijos míos y también puede detener el avance de Mi enemigo que desea llevar a toda la humanidad a la perdición y a todo el mundo a la destrucción total.

Por eso Mis hijos recurren al poder de Mis Lágrimas rezando el Rosario de Mis Lágrimas en todo tiempo y lugar. Para que verdaderamente el poder de Mis Lágrimas impida el avance de los planes infernales de Satanás, destruya su poder en las familias, en la sociedad, en las almas. Y así acelerar el establecimiento del reino del Corazón de Jesús, del reino de mi Corazón Inmaculado, en todo el mundo.

Aquí, en Jacareí, donde a través de mi hijito Marcos resucité como nunca antes mis apariciones en Campinas, haciendo que los Mensajes que di a mi hijita Amalia fueran conocidos y amados por todos, Aquí, a través de mis lágrimas obraré verdaderas maravillas en la vida de mis hijos.

Aquí, donde la Corona, el Rosario de Mis Lágrimas ha sido enseñado durante 26 años por Mi hijo Marcos Tadeu, aquí haré Mis grandes maravillas que conducirán a toda la humanidad al gran triunfo de Mi corazón. Y finalmente liberarán a toda la humanidad del poder de Satanás y finalmente el mundo conocerá el nuevo tiempo de paz, felicidad, gracia y amor.

Aquí, en este Mi verdadero Santuario de Mis Lágrimas, finalmente la espada del dolor que había sido clavada hace tantos años, hace 70 años en Mi Corazón sin que nadie pudiera quitármela. La espada de la negación y prohibición de difundir Mis Mensajes a Mi pequeña hija Amalia.

Aquí por fin esta espada de dolor fue desenvainada por Mi hijo Marcos Tadeo, y por eso aquí realizaré verdaderamente grandes gracias, para hacer que cada vez más hijos Míos conozcan el poder de Mis Lágrimas y tomen de Mis Lágrimas los frutos para sus almas de santificación, salvación y gracias de todo tipo.

Por eso, hijos Míos, seguid difundiendo la Hora de Mis Lágrimas, el Rosario de Mis Lágrimas, la imagen de Mis Lágrimas, para que el mundo conozca verdaderamente el poder de Mis Lágrimas, porque del conocimiento de estos Mensajes y del poder de Mis Lágrimas, del Rosario de Mis Lágrimas, depende que venga o no al mundo el reino de Mi hijo Jesús y el Triunfo de Mi Corazón Inmaculado.

Rezad el Rosario de Lágrimas por el mundo, por Rusia, por Brasil, porque estas naciones serán salvadas por el gran poder de Mis Lágrimas.

Os bendigo a todos en este momento y especialmente a ti Marcos, el más obediente de Mis hijos que Me ha consolado grandemente difundiendo el Rosario de Mis Lágrimas, los Mensajes dados a Mi hijita Amalia, Mi Hora de Lágrimas, Mi Imagen durante tantos años a tantos de Mis hijos.

A ti, a tu Padre espiritual, mi amado hijo Carlos Tadeo, le bendigo que también ha difundido el Rosario de Mis Lágrimas el amor por Mí en Mis Mensajes, en la contemplación de Mis Dolores, en la contemplación de Mis Lágrimas. Y ha hecho que tantos hijos Míos Me amen más, Me consuelen más y Me den más, consagren sus vidas a ser Mis ángeles consoladores en la Tierra.

Sí, a ti y a él os bendigo generosamente ahora. Te bendigo mi amado hijo Carlos Tadeo que junto con mi hijito Marcos es un verdadero apóstol de mis lágrimas al mundo entero.

Sí, tú también eres un misionero de Mis Lágrimas, un apóstol de Mis Lágrimas y te prometo hijo, que cuanto más hagas conocer y amar Mis Lágrimas más maravillas y prodigios haré en ti y a través de ti.

Te quiero mucho y Mi Manto de Amor está siempre sobre ti cubriéndote, protegiéndote.

A todos bendigo con amor desde Montichiari, Campinas y Jacareí.

A todos doy ahora también la Indulgencia Plenaria, a todos los que llevan Mi Medalla de las Lágrimas, que hacen Mi Hora de las Lágrimas todos los sábados y que difunden Mis Mensajes dados a Mi hijita Amalia.

A todos les doy ahora la Indulgencia Plenaria y también grandes gracias de mi Corazón, entre ellas mi bendición especial y maternal.

(Marcos): «Queridísima Madre del Cielo, ¿puedes tocar y bendecir estos rosarios que hemos hecho para tus hijos?