lunes, 12 de febrero de 2018

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Mis amados hijos, orad, reparad los terribles pecados que se cometen en el mundo. Es hora de volver a Dios. Es hora de que os decidáis por el Reino de los Cielos.

Pobre, Roma... Pobre, Nápoles... Penitencia, penitencia, penitencia. Aún estáis a tiempo... Convertíos y volved a Dios, pues se le ha ofendido demasiado.

Estoy aquí con mi Corazón en la mano para ofreceros a todos amor, protección y gracia para atraer la mirada misericordiosa de mi Hijo Jesús. Italia, suficientes pecados. Basta de ofensas al Señor. Dios os llama hacia Él.

Volved a vuestros hogares con el propósito de cambiar vuestras vidas, de querer pertenecer verdaderamente a Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La Santa Madre estaba muy triste y me mostraba acontecimientos dolorosos que sucedían en Italia y que hacían sufrir mucho a mi corazón. Reparación, reparación, reparación. ¡Penitencia, penitencia, penitencia! Esta es su maternal petición, esta es su dolorosa súplica. Que realmente permita a sus hijos e hijas escuchar esta súplica suya, acogiéndola con más fe, amor, con espíritu de conversión y de cambio de vida.