domingo, 27 de agosto de 2017

Capilla de la Adoración

Hola Jesús mío siempre presente en el Santísimo Sacramento. Gracias por permitirnos estar hoy aquí contigo. Gracias por la Santa Misa y la Santa Comunión, Señor. Jesús, por favor, acompaña a (nombre oculto) después de que le robaran el bolso. Estaba muy disgustada. Te ruego que la persona se lo devuelva, Jesús. Señor, gracias por (nombre oculto). Me alegro de que haya podido estar aquí hoy. Ayúdala, Señor, mientras sigue sufriendo. Jesús, haremos lo que Tú has dicho que podemos hacer (nos has dado permiso) para retirarnos de la comunidad. Es triste, pero no tenemos nada más que aportar. Por favor, Señor, haz que se cumplan los planes que tenías para (nombre no revelado). Ciertamente es sombrío, tal como dijo Dios Padre.

Jesús, Tú lo sabes todo. Tú conoces todos los obstáculos a los que nos enfrentamos, todo por lo que (nombre oculto) está pasando y justo lo que necesitamos, cada uno de nosotros, para lo que está por venir y para cumplir la misión que Tú tienes para nosotros. Dirige nuestros pasos, Señor Jesús. Danos sabiduría y discernimiento según Tu Santa Voluntad.. Por favor, cura a todos los enfermos. Acompaña a mi amigo (nombres reservados) y a todos los que están en la lista de oración de la parroquia. Por favor, conforta y consuela a todos los que han perdido a seres queridos, especialmente a (nombres ocultos). Por favor, Jesús, llévate al Cielo las almas de los que están en el Purgatorio. Señor, te ruego por todos los que están preparando refugios y comunidades para que permanezcan siempre cerca de Tu Sagrado Corazón y dentro de Tu Divina Voluntad. Guía a todos hacia donde Tú quieres que estén cuando llegue el momento de ir a los refugios. Ayuda a la gente a salir de sus casas sin mirar atrás por su seguridad y la de sus familias. Rezo también por todos los que pasarán por la Iluminación de la Conciencia, para que cada persona tenga la gracia de acogerse a Tu misericordia, Jesús, y no se desespere, sino que se contriste y se reconcilie contigo. Por favor, Señor, trae a casa a los que están fuera de la Iglesia, especialmente a los que la han abandonado. Jesús, confío en Ti. Jesús, confío en Ti. Jesús, confío en Ti.

«Hija mía, no temas lo que está por venir porque Yo estaré contigo. Te protegeré. Te mantendré a ti y a tu familia».

Gracias, Jesús.

«Todo irá bien. Serán tiempos muy difíciles, pero al final todo irá bien».

Sí, Jesús. Como Tú dices

«Corderita mía, ¿te preguntas si deberías trasladarte a otro lugar más adecuado?».

Sí, Jesús. Nos lo estamos preguntando y quisiéramos Tu dirección para no hacer algo que no sea de Tu Voluntad.

«Sí, hija Mía. Te protegeré dondequiera que estés, pero hay lugares más adecuados para tu familia y para cumplir el Plan del Padre para ti. Sería mejor que te alejaras de las ciudades y pueblos, a un lugar más remoto. Puedes elegir, de cualquier manera, hijita Mía, porque Yo proveeré».

Gracias, Jesús. Señor, no es que quiera mudarme. Estamos contentos con nuestra casa. Nos has bendecido con un lugar hermoso, Jesús, y llevamos allí muchos años. Estoy agradecida por todo lo que nos has dado y por las muchas bendiciones que recibimos de Ti. Pero no parece seguro y con las cosas que pueden ocurrir no parece práctico. ¿Qué debemos hacer, Señor? Estamos en una situación precaria, ya que pensábamos que nos trasladaríamos a la comunidad y no podemos hacerlo después de todo este tiempo. Los días se vuelven cada vez más oscuros, Señor. Ayúdanos, Jesús a saber adónde debemos ir. Es una decisión muy importante, Jesús.

«Hija mía, puedes dirigirte hacia la zona de (lugar no indicado). Busca también algo cerca de (lugar no revelado). Yo proveeré a tus necesidades y allí podrás recibir a Mis santos hijos sacerdotes. Pero es tu decisión, hija Mía. Yo te protegeré y te proveeré, pero estarás más segura durante más tiempo en un lugar más remoto. Yo guiaré tus decisiones, pero en todo, ten paz. Yo no predispongo a Mis hijos al fracaso en la misión que Mi Padre os encomienda».

Sí, Jesús. Sin embargo, siempre podemos salirnos de Tu Voluntad y hacer muchas cosas mal causando el fracaso nosotros mismos. Me doy cuenta de que Tú no nos predispones al fracaso. ¡De eso se encarga nuestro libre albedrío! Queremos hacer todo según Tu Santa Voluntad, Señor. Jesús, te entrego mi voluntad. Por favor, pon Tu Voluntad dentro de mí en su lugar. Ya no quiero mi voluntad, sino Tu Voluntad en todo lo que pienso, hago y digo. Soy Tuya, Señor, para que hagas de mí lo que quieras.

«Gracias, corderito Mío. Acepto tu voluntad y sustituyo tu voluntad por Mi Voluntad. Hija mía, gracias por ayudar ayer a Mi hijito (nombre oculto). Tu bondad fue curación y luz para él. Yo estoy con él. Gracias por tu amor y tus oraciones por él. Quería que estuvieras a su lado, hija Mía. Sufre mucho por los conflictos, y tu bondad fue como un bálsamo calmante para su corazón»

Te estoy agradecida, Jesús, por permitirme administrarle los primeros auxilios. Gracias, Señor, por la oportunidad de ayudar a uno de tus hijos que está sufriendo. Te ruego, Señor, que su herida en la cabeza se cure y que no tenga efectos negativos duraderos. Hoy debe de sentirse muy mal. Por favor, ayúdale, Jesús.

«Hijo mío, Yo soy y te envié para que cuidaras de él porque necesitaba la bondad y la preocupación de uno de Mis hijos para abrir su corazón a Mi misericordia. Te doy las gracias».

Oh, Jesús. Sabes que no habría estado allí si no fuera porque Tú lo organizaste. (Nombre oculto) cooperó con el Espíritu Santo aparentemente, cuando me pidió que fuera al partido y Tú sabías que iría si tenía un trabajo que hacer allí. Eres asombroso, Jesús. Alineas tantas acciones y decisiones para ayudar a Tus hijos. Incluso el encuentro de una persona con otra tiene que tener mucha intervención Tuya y nos parece tan rutinario. ¡Eres asombroso!

«Hija mía, es cierto que se requieren muchas acciones y decisiones para proporcionar el entorno necesario a Mis hijos, pero se requiere la cooperación por tu parte (la cooperación de Mis hijos) para satisfacer las necesidades. Verás, podrías haberte negado a ir. (Nombre retenido) podría haberse negado a ayudar al otro entrenador. Una vez allí, podrías haber hecho sólo lo mínimo, pero extendiste mucha bondad, hija Mía. Esto es lo que (nombre oculto) necesitaba tan desesperadamente. Sigue rezando por (nombre oculto), hija Mía. Como tantos de Mis jóvenes hijos, tiene más heridas de las que han tenido que soportar otras generaciones de jóvenes. Hay jóvenes heridos en cantidades sin precedentes y están desesperados de amor y bondad».

Gracias, Jesús. Por favor, guía a otros adultos cristianos afectuosos hacia (nombre oculto) para ayudarle a sanar. Derrámalo con todas las gracias necesarias, Señor, para su salvación y bienestar. Ayúdale a ser puro, Señor, y mantenle a salvo de todo mal. Ayuda a todos nuestros jóvenes, Señor, y cría guerreros cristianos a pesar de los numerosos hogares rotos y la pérdida de la fe. Todo lo puedes, Señor Jesús, puesto que Tú eres Dios. Te amo, mi Señor y mi Dios. Ayúdame a amarte más.

«Hija mía, procede a buscar terrenos en venta y Yo te guiaré. Sabrás lo que es correcto y bueno cuando lo encuentres, pues será perfecto para todo lo que se necesita, incluido lo que se necesita para (nombres ocultos). Confía en Mí. Yo proveeré».

Gracias, mi Señor.

«Entrégalo todo a Mi Voluntad, hijita Mía. No te preocupes por la situación económica porque Yo proveeré. Libremente me has dado a Mí y a Mi Santísima Madre María. Libremente te daré a ti. Ten paz. Yo estoy contigo, hija Mía. Tú eres Mi hijo».

Señor Jesús, Hijo del Dios vivo, Te alabo, Te doy gracias, Te adoro. Toda gloria, honor y alabanza a Ti, Señor Jesucristo, mi Salvador, mi Dios y mi amigo.

«Sé alegría en medio de la tristeza. Sé luz en la oscuridad. Lleva Mi amor a los que tienen el corazón roto. Todo irá bien. Tienes Mi amor, Mi alegría, Mi paz».

¡Gracias, Jesús!

«Hija mía, dejo que Mis hijos tomen algunas decisiones. Permanece abierta a Mi dirección y a Mi guía y usa tu buen juicio basándote en la información que te he proporcionado durante estos muchos meses. Camino contigo en este viaje. Descubriremos juntos el mejor lugar».

Pero, Señor Tú ya conoces el mejor lugar.

«Sí, corderito mío, pero me alegra caminar contigo mientras descubres y, puesto que caminamos juntos, será nuestro descubrimiento, igual que Dios tiene planes para todos, los que cooperan en estos planes podrían decir con razón que también son «sus» planes. Así que ya ves, tenemos nuestros planes, tú y yo; cuando cooperas con ellos, también son tuyos».

Ya veo, Jesús. Te alegras cuando Tus hijos tienen una santa alegría y compartes con nosotros todas las experiencias, sean alegres o dolorosas; igual que los buenos padres terrenales.

«Sí, hija Mía esto es correcto. Así pues, tengamos alegría en esta nueva experiencia y confiemos en Mí para que todo fructifique».

Sí, Jesús. Confío en Ti. Te amo, Señor.

«Y Yo te amo. Ve en mi paz. Te bendigo en nombre de Mi Padre, en Mi nombre y en nombre de Mi Espíritu Santo. Ve ahora, hija Mía y no temas, sino llénate de Mi alegría y de Mi paz».

¡Amén y aleluya!