viernes, 26 de enero de 2018

Vuestro Mundo Está Al Revés: ¿No Lo Veis?

- Mensaje nº 1186 -

Hija mía. Mi querido hijo. Escucha lo que Yo, tu Madre amorosa del Cielo, quiero decirte hoy a ti y a los niños: preparaos, Mi querido rebaño de niños, porque Mi Hijo viene. Debéis estar preparados para Él, de lo contrario estaréis perdidos.

No dejéis que el maligno os lleve por caminos equivocados. Lo material, lo sensual, así como todo lo terrenal está olvidado, pero Mi Hijo sí lo está, y cuando venga, debéis estar preparados para Él.

Hija Mía. Mi querido hijo. Por favor, di a Nuestros hijos que el tiempo que les queda para prepararse es cada vez más corto.

El fin está cerca, vuestro mundo está patas arriba: ¿no lo veis?

Escuchad Mi llamada, amados hijos que sois, y encontrad el camino hacia Mi Hijo. Cuando Él esté ante vosotros, será demasiado tarde para la mayoría de vosotros, pues no podréis soportar Su presencia, Su luz, ni Su pureza, ni física, ni espiritualmente , y vuestra alma se perderá, pues no estáis preparados para vuestro Salvador.

No dejéis que esto ocurra, amados hijos que sois, ¡y cambiad ahora! ¡Volveos! Empezad a rezar las oraciones que os hemos dado en estos mensajes, pues no sólo salvan a otras almas, sino también a la vuestra, ¡a vosotros , Mis amados hijos!

¡Estas oraciones os transforman, os dan la vuelta y os preparan! Ganaréis mayor comprensión, tan fuertes, tan poderosas son las oraciones, ¡y ganaréis claridad y pureza! Pero debéis rezarlas, hijos míos, ¡y debéis empezar ahora!

Aún se necesita mucha expiación, amados hijos del ejército remanente. Así pues, no os peleéis y perseverad, porque el tiempo que se avecina es para la preparación de muchísimas almas todavía, y vuestra expiación, amados hijos que sois, contribuye a ello. Apoyáis a los que quieren cambiar voluntariamente, ¡os dais «vosotros mismos» por los que aún están arrebatados al demonio!

Así que aceptad , amados hijos del Ejército Remanente, todo lo que el Padre os imponga, ¡y ofrecedlo por la salvación de miles de almas más!

Seguid rezando , amados hijos que sois, pues a través de la oración de todos vosotros, ¡el peor mal aún por venir será detenido e incluso frenado!

Así que rezad , hijos Míos, rezad mucho, rezad fervientemente y siempre también en las intenciones de Mi Santo Hijo y ¡perseverad!

El Espíritu Santo del Padre y del Hijo os dará siempre claridad, sabiduría y pureza, ¡si se lo pedís a diario!

¡Así que pídele con amor y alegría en tu corazón y persevera! Amén.

Con profundo amor me despido hoy de vosotros.

Tu Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la Salvación. Amén.