jueves, 18 de enero de 2018

¡Cada vez se cumplen más nuestras predicciones!

- Mensaje nº 1184 -

Hija mía. Mi querida hija. Siéntate conmigo y escucha lo que Yo, tu Madre amorosa del Cielo, tengo que decirte hoy a ti y a los hijos de la tierra: Los robos, los hurtos, los actos de violencia de todo tipo son producto de vuestros gobiernos, que mediante la «tolerancia», la «ayuda» y la «caridad» superficial sólo tienen un objetivo en mente: Vuestra esclavitud, hijos Míos, el control total sobre vosotros, hijos Míos, y la restricción de vuestra libertad de opinión y de cualquier otro tipo.

Hijos Míos. Mis tan amados hijos. No temáis , pues es el tiempo del fin , y fácil no será, os lo dijimos. Así que rezad y permaneced fieles a Mi Hijo. Con vuestra oración, con vuestras oraciones, frenáis los peores males, ¡con vuestra oración y fidelidad a Mi Hijo seréis protegidos!

Hijos, el fin está cerca, y cada vez más nuestras predicciones se hacen realidad .

Jesús: «No temáis, porque el que Me es fiel entrará en Mi Reino, el que Me es fiel no perecerá. Amén. »

Hija mía. Di a la humanidad que su oración es necesaria. Es corto el tiempo que os queda, y el demonio se ensaña donde puede. Intenta realizar sus objetivos con todo el poder y todos los medios, pero vuestra oración, vuestras oraciones(!), se detienen(!) contra él, hijos Míos. Así que rezad Mis rosarios diariamente y permaneced fieles a Mi Hijo. Un alma fiel no se perderá, y estad preparados, Mis amados hijos, porque lo peor aún no ha llegado.

Escuchad Mis palabras , amados hijos que sois, y permaneced fieles a Mi Hijo. El final será duro, pero quien sea fiel, quien ore y acepte «su cruz» en amor a Jesús, no tiene nada que temer. Será elevado y el Nuevo Reino se convertirá en su hogar.

Creed, hijos, creed y confiad en Mi Hijo.

Os amo desde lo más profundo de Mi Corazón de Madre y os ruego que recéis fervientemente. Rezad las oraciones que os hemos dado, recordad los tiempos -y guardadlos(!)- que os hemos dicho y rezad siempre también en las intenciones de Mi Hijo Jesús.

Os amo, hijos amados que sois. Con profundo dolor en Mi corazón, hoy me despido de vosotros.

Vuestra Madre del Cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.