miércoles, 20 de septiembre de 2017

Mensaje de la Santísima Virgen María

Amados Hijos de Mi Inmaculado Corazón:

Sed buenos hijos para que no causéis sufrimiento a Mi HIJO, QUIEN OS AMA INFINITAMENTE.

El hombre habla de lo que no conoce, mencionando lo que Yo he revelado a la Humanidad en Mis Apariciones en la Tierra. Compara Mis Revelaciones con la ciencia y, cuando eso sucede, surge el desconcierto al darse cuenta de que no existe explicación científica, por mucho que la busque.

El hombre, haciendo un mal uso del libre albedrío, lo transforma en libertinaje, decidiendo alejarse de todo lo que signifique un esfuerzo del corazón, de la mente, del pensamiento, en razón, en buenos conceptos, en obediencia y en paciencia. Esto se debe a que el hombre tiene mucho miedo de dejar a un lado su ego humano mal empleado.

La transformación causa temor al hombre porque no sabe lo que se le va a pedir para esa transformación, y la expectativa de una mayor exigencia Divina le causa miedo y temor a la bondad, a ser mejor hijo de Dios: eso es lo que el hombre teme. El pecado no le causa temor, sino la bondad.

Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:

El hombre vive en medio de la convulsión del mundo. Esto le mantiene en constante expectación. Los repetidos acontecimientos a los que el hombre ha estado sometido aumentarán, con una intensidad que el hombre nunca ha visto ni experimentado.

Es necesario que la humanidad se purifique de tanto pecado con el que se ha unido a las hordas de satanás y se ha unido a los que rechazan a Mi Hijo y a sus hermanos. Esta generación se siente ofendida por los signos y símbolos que representan la Divinidad. Por eso, hijos míos, dentro de la Iglesia de Mi Hijo, el centro debe seguir siendo Mi Hijo en el Santísimo Sacramento. La TRANSUBSTANCIA En El Momento De La Consagración Es Real Y Verdadera, Aunque Algunos De Mis Sacerdotes Hayan Perdido La Fe En Este Momento Y Traten A Mi Hijo Bruscamente, Sin Respeto, Sin Amor, Con Gran Incredulidad, Olvidando Que Mi Hijo Se Hace Presente Ante Las Palabras De La Consagración Del Sacerdote Y El Clamor De Su Pueblo Fiel.

Vosotros, hijos Míos, necesitáis prepararos adecuadamente para recibir a Mi Hijo en la Eucaristía, debéis arrepentiros de vuestros pecados y esforzaros por no cometer los mismos errores. No recibáis a Mi Hijo en la Eucaristía si no estáis debidamente preparados.

Observo con dolor cómo pasáis a Mi Hijo de mano en mano como si se tratara de algo comestible que habéis comprado en algún sitio para distribuirlo, insultando lo que es más SAGRADO.

Algunos de Mis Sacerdotes no son celosos en el trato que dan a la Eucaristía y con su mal ejemplo la gente repite lo mismo y no dan a la Eucaristía su verdadero valor.

EN EL MOMENTO DE LA Consagración Eucarística El Altar Es La Mesa Del Sacrificio Y Del Amor Donde Mi Hijo Ve La Fe De Su Pueblo Y Desciende A Los Suyos Por AMOR.

Mis Sacerdotes deben ser hijos de la oración, hijos del Amor, hijos de la caridad, hijos de la constancia, hijos de la esperanza, hijos de la compasión y testigos de la humildad de su Señor y de su Dios.

Mis Sacerdotes deben advertir al Pueblo de Mi Hijo para que no se deje confundir por aquellos que niegan el mal, que niegan dogmas de fe que contienen un gran fundamento; no deben estar entre aquellos que niegan a un Dios que es el Justo Juez. Cada criatura humana decide por su libre albedrío hacia dónde se dirige: hacia el amor y el perdón o hacia la negación del Amor Divino, y así sufre las consecuencias el propio pecado, al igual que el lugar del castigo: el infierno, si no hay arrepentimiento. «Y el mar entregó los muertos que había en él, la Muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y todos fueron juzgados según lo que habían hecho. Entonces la Muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Ésta es la muerte segunda, el lago de fuego. (Ap. 20: 13-14)

Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado

Estáis viviendo instantes de gran peligro para el alma. Son instantes en los que el demonio está distrayendo a Mis hijos de todo lo que es bueno, con el objetivo de que se pierdan. Es Urgente, Hijos Míos, Que Este Peligro En El Que Vivís No Sea Aumentado Por La Tolerancia Hacia El Mal. Debéis Llamar PECADO al Pecado.

AMADOS, el Cielo, el Purgatorio y el Infierno EXISTEN.

La humanidad, inmersa en lo mundano, piensa que Dios no es real y por eso vive en la locura del mundo, sin pensar en el futuro de su alma, ya que vive con los ojos vendados por el pecado. La voluntad del hombre es permisiva y aun así piensa que es imposible que llegue un castigo a su vida a causa de sus malas acciones.

Sé Como Madre Que Te Burlarás De Mis Palabras Y Culparás A Mi Instrumento A

CUENTA De Tal Afirmación, Porque Quien Es Mundano No Comprende Ni Desea Aceptar Las Consecuencias Del Mal Uso De Su Libre Albedrío. Por tanto, Mis Sacerdotes deben ser firmes y permanecer apegados a la Sagrada Escritura y a la Ley de Dios.

Amados hijos, la Tierra se encuentra golpeada por las consecuencias del pecado. La humanidad se volverá más violenta, será totalmente irrespetuosa, invadirá los Templos y los destruirá. Éste es el producto del hombre sin Dios, del hombre al que se le ha dado una nueva oportunidad de seguir pecando, del hombre al que se le ha negado que Dios pueda juzgar, del hombre al que se le ha dicho que el pecado se perdona incluso sin sentir dolor por el pecado, y que Dios es amor.

El producto del hombre sin Dios es la destrucción de la Gran Obra del Padre, del Sacrificio de Mi Hijo, y la negación de la existencia del Espíritu Santo.

AMADOS HIJOS, Volved A La Palabra Divina, No Os Apartéis De La Verdad, Permaneced Atados A La Sagrada Escritura. Dios Es Misericordia Y Al Mismo Tiempo El Justo JUEZ.

Caminad con Amor y con paso seguro: sed producto del Amor de Mi Hijo por vosotros y de Mi Amor como Madre de la Humanidad.

Rezad por Mis hijos, rezad por Estados Unidos, sufre gravemente a causa de la Naturaleza que lo sacude.

Rezad hijos Míos, rezad por México, se purifica de nuevo.

Rezad hijos Míos, rezad por Oriente Medio, sufre a manos del hombre y los volcanes no tardarán.

Rezad hijos Míos, rezad por Italia, se purifica sin esperarlo.

Rezad hijos Míos, rezad por Perú, es sacudido.

Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado, la Humanidad es testigo de lo que la Naturaleza ha reservado para este instante. Grandes y asombrosos efectos de la Naturaleza se verán en la tierra, allí donde no se esperan.

Sed precavidos, ofreced cada instante por la salvación de las almas.

Tomad la decisión de transformar vuestras vidas en el camino de la salvación personal y la de vuestros hermanos y hermanas. No esperéis, convertíos, éste es el instante adecuado.

Os protejo para que caminéis con Mi Hijo, os tiendo Mi Mano para que seáis capaces de levantaros en las tentaciones.

Soy tu Madre y te amo.

Reza, practica el Amor hacia Mi Hijo.

Yo te bendigo,

Madre María

SALVE María Purísima, Concebida sin PECADO