Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU
martes, 13 de marzo de 2018
Martes, 13 De Marzo De 2018

Martes, 13 de marzo de 2018
Jesús dijo «Pueblo mío, tuve compasión de un hombre que era cojo desde hacía treinta y ocho años. Había una tradición según la cual, cuando se agitaban las aguas del estanque de Betesda, el primero que entraba podía tener una curación. Como aquel hombre no podía entrar tan bien en el estanque, otros entrarían antes que él. Así que le pregunté si quería ser curado. Cuando aceptó, le dije que recogiera su estera y se fuera a casa, y quedó curado. Como le curaron en sábado, le criticaron por llevar su camilla. Cuando los fariseos se enteraron de que le había curado en sábado, quisieron deshacerse de Mí por tales curaciones en sábado. En lugar de alegrarse por la maravillosa curación de un hombre que llevaba tanto tiempo cojo, esta gente tenía poca fe en Mi misión. Incluso hoy, cuando haces buenas acciones por alguien, hay poco agradecimiento, y puede que los demás ni siquiera reconozcan tus buenas intenciones. Aunque la gente no aprecie que haces cosas por amor a Mí, Yo las veo, y guardaré tu tesoro en el cielo. Muéstrate dispuesto a ayudar a las personas necesitadas, aunque no te lo pidan. En todo lo que hagas, haz las cosas por amor a Mí y por amor al prójimo».
Jesús dijo «Pueblo mío, el pan y el vino son alimentos comunes, y han sido adoptados en la Misa desde sus raíces en la comida pascual. Coméis vuestras tres comidas diarias para nutrir vuestro cuerpo, pero Mi Pan y Mi Vino consagrados se os dan como Mi misma Presencia en la Santa Comunión. Éste es tu alimento espiritual que nutre tu alma. Es Mi Cuerpo y Mi Sangre que ofrezco en Mi cruz en cada Misa. Mi sufrimiento en la cruz os ha traído a todos la salvación de vuestros pecados. Por eso es importante que tengáis un alma pura para recibirme, sin pecados mortales en vuestras almas. Si es necesario, venid a la Confesión para limpiar cualquier pecado mortal, para que podáis recibirme dignamente en la Sagrada Comunión. La Misa diaria os proporciona el Pan de cada día con Mi Presencia Real. Ya te he dicho antes que la Misa en latín es Mi Misa de deseo. Habéis participado en muchas Misas en latín antes de que se diera la Misa en lengua vernácula. Sea cual sea la Misa a la que asistáis, tenéis Mi mismo Cuerpo y Sangre. Dadme gloria y gracias por haberos dado el Santo Sacrificio de la Misa».
Para Betty T.: Jesús dijo «Pueblo mío, es difícil perder a una madre, como cuando perdiste a tu madre, hijo mío. Rezad por el alma de Betty con esta Misa y con vuestras oraciones. Todos tenéis que reparar vuestras almas cuando morís, y no es raro que las almas pasen algún tiempo en el purgatorio para purificarse. Todos estáis de luto por su pérdida, pero ella velará por su familia. Ella envía su amor a la familia».
Origen: ➥ www.johnleary.com
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