domingo, 24 de diciembre de 2017

Domingo, 24 De Diciembre De 2017

Domingo 24 de diciembre de 2017: (Cuarto domingo de Adviento)

Jesús dijo «Pueblo mío, hoy es el último día de Adviento, porque mañana celebraréis Mi fiesta de Navidad. Todos vuestros regalos ya están comprados y envueltos, pues algunas familias intercambian regalos en Nochebuena. Muchos de vuestros comerciantes ganan la mayor parte de su dinero en la Navidad. Espero que todos Me dediquéis algún tiempo de vuestro día, aunque sea para una pequeña oración. En la visión estás viendo la forma de una pipa que se rompe en dos pedazos. Esto representa cómo rezo para que la gente se desprenda del amor al dinero y de tantas posesiones innecesarias. Sé que necesitáis ciertas cosas y alimentos para sobrevivir, pero no deseéis más riqueza y posesiones que no necesitáis. Existe un fuerte deseo de tener lo último y más caro que la gente pueda comprar. Incluso se juzga el éxito de las personas por la cantidad de dinero y posesiones que tienen. Tu verdadero objetivo debería ser cuánto tesoro espiritual puedes acumular en el cielo gracias a tu bondad y a tus buenas acciones. No puedes comprar tu entrada en el cielo, y no importa lo rico o pobre que seas, porque os amo a todos por igual. Cuando mires a la gente, tienes que verme en todos, porque todos sois Templos del Espíritu Santo. También necesitas alejarte del mundo, para poder rezarme en silencio y escuchar Mi voz. Miro en vuestros corazones para ver vuestras intenciones en cuánto Me amáis a Mí y a vuestro prójimo como a vosotros mismos. Preparad vuestros corazones y vuestras almas para recibirme en este próximo día de Navidad».

(10:00 p.m. Nochebuena) Jesús dijo: «Pueblo mío, la Navidad debería consistir en reparar puentes y amistades por amor, incluso con tus enemigos. Veis muchos signos de 'Paz en la Tierra', pero la paz tiene que empezar por vosotros. Cada vez que tendáis la mano para amar a la gente, no esperéis que la gente os devuelva el amor. Al menos has hecho el esfuerzo de poner de tu parte para traer la paz a la Tierra. Mírame en cómo vine a la tierra para mostrarte cuánto te amo, como Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Pero fui perseguido e incluso crucificado porque los líderes religiosos de Mi tiempo no querían que amenazara su poder. Os amo tanto a todos que morí para salvaros a todos de vuestros pecados. Así que muestra tu amor hacia Mí y hacia tu prójimo porque eres una persona amorosa y bondadosa. Yo recompensaré tu amor dándote la vida eterna en el cielo».