Mensajes para John Leary en Rochester NY, EEUU

 

sábado, 7 de octubre de 2017

Sábado, 7 De Octubre De 2017

 

Sábado, 7 de octubre de 2017: (Nuestra Señora del Rosario)

Nuestra Santísima Madre dijo: «Mis queridos hijos, vengo a confortaros mientras lloráis la pérdida de vidas en Las Vegas y en todos vuestros huracanes. Estáis celebrando mi centenario de Fátima, y os sigo trayendo el mismo mensaje para que recéis el rosario y llevéis mi escapulario marrón. Éstas son vuestras mejores armas para luchar contra el mal de vuestros días. Os traigo siempre a mi Hijo Jesús, mientras Él derrama Sus gracias sobre vosotros cuando Le recibís en la Sagrada Comunión. La lluvia de esta mañana es también mi bendición al enviar las gracias de Dios sobre todos vosotros. Dios envía Su Palabra y Su llamada a la conversión a todos, aunque todos compartáis la misma lluvia y el mismo sol. Depende de cada alma recibir a mi Hijo en su alma y en su corazón, y responder con amor a mi Hijo y a mí. Es este amor perdurable el que falta en vuestra sociedad, y por eso tenéis tanta división y malas acciones. Aprended de la historia, hijitos míos, pues repito mis advertencias de Fátima. Si vuestro pueblo no se vuelve a Jesús en oración, sufriréis guerras y catástrofes naturales. Os queremos mucho a todos y deseamos vuestro amor a cambio. Os bendecimos a todos y os llamamos a la oración, a la Misa y a la Confesión de vuestros pecados al sacerdote».

Jesús dijo: «Pueblo mío, cuando veáis a alguien que se ahoga en aguas profundas, haréis todo lo posible por intentar salvar la vida de esa persona. Cuando veáis a alguien ahogándose en sus pecados, debéis tener el mismo deseo espontáneo de salvar el alma de esa persona. Debes invocar Mi ayuda para lanzar salvavidas a esa persona. Tu primer intento puede ser convertir a esa persona a la fe católica y hacer que se confiese. Hay otras líneas de vida, como rezar por esa alma o hacer que se celebre una Misa por ella. Puedes darles tu buen ejemplo como creyente cristiano. Puedes intentar que lleve un escapulario marrón o verde. Puedes incluso rezar sobre esa persona con agua bendita o sal bendita. Puedes invitarle a un grupo de oración o a una Misa. Si tienen algún mal profundamente arraigado, puedes rezar oraciones de liberación, o hacer que un sacerdote los exorcice. Salvar una vida en este mundo es sólo el primer paso. Es aún más importante salvar almas. Incluso cuando rezaba sobre la gente cuando estaba en la tierra, primero curaba el alma de una persona y después curaba su enfermedad. Por eso envío a Mis fieles a salvar tantas almas como podáis, porque el alma y su destino es vuestra posesión más importante.»

Origen: ➥ www.johnleary.com

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