miércoles, 17 de mayo de 2017

Miércoles 17 de Mayo de 2017

Miércoles, 17 de mayo de 2017

Jesús dijo: «Pueblo mío, tengo una cajita que guardo para cada alma. Es Mi caja del tesoro en la que guardo todas vuestras lágrimas de alegría y lágrimas de tristeza. Cada vez que compartís conmigo vuestros problemas y vuestras peticiones de oración, escucho atentamente vuestras preocupaciones y decido cómo responderos. Te respondo a Mi manera y a Mi tiempo, pero todas las peticiones reciben respuesta, aunque la respuesta sea negativa. Respondo a las peticiones según lo que sea mejor para tu alma o para los demás. En tu caja del tesoro también guardo Mis gracias y Mi Palabra que te doy, para que puedas compartirlas con los demás en la conversión de las almas a la fe. También guardo una lista de todas tus buenas acciones, y almaceno los méritos de estas acciones en tu caja del tesoro. Así, cuando vengas a Mí en juicio al final de tu vida, esta caja del tesoro se abrirá para compensar los pecados de tu vida. Alégrate, porque este tesoro es mucho más valioso que cualquier cosa que tengas en la tierra. Tu alma es tu posesión más valiosa, así que guárdala bien de las tentaciones del demonio con la Confesión frecuente».

Dijo Jesús: «Pueblo mío, ésta es una visión grave porque es una señal de la destrucción de Mis iglesias, y puede que Mi pueblo tenga que marcharse pronto a Mis refugios. Mis iglesias serán perseguidas por vuestras autoridades, y serán cerradas o destruidas por los matones de un solo mundo. Pronto será difícil encontrar una iglesia para celebrar Misa, y Mis iglesias irán desapareciendo. A medida que vuestras vidas corran peligro, enviaré Mi mensaje de locución interior a todos Mis fieles para que acudan a Mis refugios. Entonces os protegeré del Anticristo y de los demonios. En Mis refugios Mis ángeles os protegerán con un escudo invisible. Os he dicho en la Biblia que no viajaréis a las ciudades de Israel, antes de que Yo traiga Mi juicio. La destrucción de Mis iglesias será una de las señales cuando veáis el comienzo de la tribulación».