viernes, 3 de febrero de 2017

Viernes, 3 De Febrero De 2017

Viernes 3 de febrero de 2017: (San Blas)

Jesús dijo «Pueblo mío, hoy celebráis la fiesta de San Blas, que fue martirizado por su fe en Mí. Esta iglesia de San Blas en Debrovnik que visitasteis, había sido bombardeada durante la guerra, y la gente se alegró de que los turistas volvieran a ver su ciudad. Viste la limpieza étnica de varios pueblos en la guerra de la antigua Yugoslavia. Era un dictador el que bombardeaba y mataba a la gente en esta tierra. En algunos de estos países europeos ha habido muchas guerras para controlar distintas tierras por parte de pueblos étnicos. Estas hostilidades son profundas en su historia, y es difícil que haya paz cuando cada uno reclama la tierra. Incluso en EEUU se están viendo rencores entre sus dos principales partidos. Si continúan la violencia y las protestas, será difícil unir a tu pueblo contra cualquier amenaza exterior a tu país. Tenéis una batalla en curso entre vuestro nuevo Presidente y el pueblo de un solo mundo. Sigue rezando por la paz entre tu propio pueblo».

Jesús dijo: «Pueblo mío, todos sois pecadores y débiles al pecado, por eso os he proporcionado Mi sacramento de la Reconciliación, para que podáis limpiar vuestra alma y empezar de nuevo. Debéis estar agradecidos porque Yo llevé todos los pecados de la humanidad en Mi cruz, y Mi muerte y Mi Sangre han lavado todos vuestros pecados. Cuando el sacerdote te da la absolución, se te perdonan tus pecados y tienes Mi gracia santificante en tu alma. Siguiendo Mis Mandamientos y realizando tus buenas acciones, estás en el camino correcto hacia el cielo. Esta vida es pasajera, así que no te preocupes tanto por las cosas de este mundo que también serán pasajeras. Tu principal preocupación debe ser tu destino eterno, porque el cielo debe ser tu deseo de estar Conmigo por toda la eternidad. El Cielo es todo amor y paz, sin más pruebas. En la tierra los demonios te ponen a prueba cada día, pero con Mi protección no tienes nada que temer. Manteneos cerca de Mí en la Misa y en la oración diaria, y esto Me mostrará cuánto Me amáis. Os amo a todos y deseo que todos podáis buscar Mi amor en el cielo».