Domingo, 24 de enero de 2010

Jesús dijo: “Mi gente, habéis leído en el Evangelio de Lucas (Lucas 4:18-19) ‘El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido; me ha enviado a anunciar el evangelio a los pobres, a proclamar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos, a liberar a los oprimidos, a proclamar el año aceptable del Señor, y el día de la venganza.’ Después de leer este pasaje de Isaías, me senté y dije: (Lucas 4:21)

‘Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestros oídos.’ La gente de Nazaret al principio no se dio cuenta de que me estaba declarando el Mesías. Más tarde, lo entendieron cuando les dejé claro que fui enviado por Dios, pero no podían soportar oír lo que proclamaba, e intentaron matarme. Caminé entre ellos porque no era mi hora. Este es otro reconocimiento de que un profeta no es aceptado en su propia ciudad porque tienen poca fe. Confía en mis palabras e imita mis acciones en tu propia vida.”