domingo, 29 de marzo de 2020

Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz

Sólo con la Penitencia Pueden Abrirse las Puertas de los Milagros y de las Nuevas Gracias

Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz

Aparición de Nuestra Señora a Santa Bernadette

«Queridos hijos, continuad rezando el Santo Rosario todos los días. Sólo con el Rosario podréis superar toda prueba y revertir todo mal en gloria para el Señor y derrota para el enemigo. Seguid rezando el Rosario por la conversión de todos los pecadores y, cada vez más, difundid mis mensajes dados en todas mis apariciones, incluida la de Lourdes, porque el mensaje se lo di allí, a mi hijita Bernadette: «¡Penitencia, penitencia, penitencia!», ha sido olvidado por los hombres y es urgente que todos hagan ahora penitencia, porque sólo la penitencia puede atraer al mundo la gracia, la salvación y la misericordia.

Sólo con la penitencia pueden abrirse las puertas de los milagros y de las nuevas gracias, por eso llamo a todos mis hijos a hacer penitencia por sus pecados. Que difundan cada vez más mi mensaje de penitencia dado en Lourdes y que cada uno sea verdaderamente para mí una nueva gruta de Massabielle, acogiéndome en su corazón, dejándome actuar, obrar, hablar, reinar en todos sus corazones y realizar en ellos mis maravillas de amor.

¡Que todos comprendan que hacer penitencia es también reconocer la propia nada y reconocer que sólo Dios es! Y que sólo en Él todos pueden ser felices y tener vida plena en abundancia. Por tanto, la penitencia es la conversión que deseo de todos mis hijos: el retorno a Dios, reconociendo que ¡sólo Él es! Y que sólo en Él todos pueden ser felices y tener vida en abundancia, felicidad en abundancia.

Sólo cuando todos vuelvan a Dios, entonces la humanidad tendrá paz y cesarán los castigos.

¡Penitencia! ¡Conversión! Este es mi mensaje de Lourdes. ¡Volved a Dios! Eso es lo que dije y pedí a través de mi hijita Bernadette. Que todos vuelvan a Dios a través de la penitencia y entonces el Señor tendrá misericordia. ¡Rezad! ¡Rezad! ¡Rezad sin cesar!

Mi querido hijo Marcos, muchas gracias por estas dos nuevas películas de Lourdes que has hecho, incluso sin que yo te lo pidiera, por tu libre y espontánea voluntad.

Tu amor por mí es tan grande que no esperas que te pida nada, sino que te adelantas y corres hacia mí para servirme y amarme cada vez más. Sí, estas películas han quitado grandes espadas de dolor de mi corazón y por ello te doy las gracias, te bendigo, mi querido hijo. Prometo ofrecérselas a mi Hijo Jesús e interceder por ti y por mis hijos de todo el mundo. Prometo hablar con mi Hijo Jesús y mostrarle los méritos de estas películas para que tenga misericordia.

Continúa, hijo, continúa sirviéndome, continúa amándome y no olvides nunca la señal que te di: ¡La primera señal en el rosal de tu casa que hice florecer!

Esa señal es la confirmación de lo mucho que te amo y de que siempre estaré contigo, siempre que me necesites y nunca te abandonaré. Tampoco abandonaré a los que junto a ti me digan «sí» y crean en mis mensajes.

Siempre estaré con mis hijos, siempre estaré con los que son dóciles a mi voz. ¡Y no tengáis miedo! Porque os guiaré, os conduciré, y si os conduzco, si os llevo en brazos, ¡llegaréis a la meta! ¡Llegarás al final!

¡Adelante! ¡No tengas miedo! Sigue haciendo estas maravillas de películas que revelan a mis hijos, cada vez más, la grandeza de mi amor maternal. ¡Sí! Muchos son los méritos que habéis adquirido a través de ellas y por eso hoy os doy 63 gracias especiales y para vuestro padre Carlos Tadeu, daré 52.780 que recibirá a lo largo de este año. ¡Sí! El amor, el trabajo para mí es amor que sube al Cielo y que baja del Cielo como una abundante lluvia de gracias sobre toda la Tierra.

Rezad el rosario de mis lágrimas, rezad todos los rosarios de poder que os he dado aquí y entonces mi corazón triunfará. Os bendigo a todos con amor: ¡desde Pellevoisin, Lourdes y Jacareí!

(29 de marzo de 2020 | Aparición y Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz )