Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
sábado, 10 de agosto de 2019
Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz y de Santa Filomena al Vidente Marcos Tadeu Teixeira

(María Santísima): Queridos hijos, hoy os llamo de nuevo a todos a la santidad. La santidad es un camino difícil, pero su fin es verdadero, real, glorioso.
Seguid el camino de la santidad aunque sufráis, aunque tengáis cruces y también tengáis que superar muchos obstáculos, porque la recompensa que mi hijo prepara para todos aquellos que, como mi hijita Santa Filomena, perseveren hasta el final, esa recompensa será eterna y no tendrá fin.
¡Vive la santidad con obras de amor! No necesitas salir a explicar a la gente, simplemente ama a Dios, ámame con todo tu corazón. Haz obras de amor, reza amor, haz sacrificios de amor y tu propia vida hablará a todos los que te rodean y entonces todos verán en ti la luz del amor, comprenderán el amor y darán el «sí» al amor eterno que es el Señor.
Vivid la santidad cada día haciendo buenas obras por amor a Dios y, sobre todo, aceptando con paciencia las cruces que os sucedan y ofreciéndoselas a Dios como hizo mi hija Santa Filomena.
Yo estaré con vosotros, hijos míos, y nunca, nunca os abandonaré. Cuando sufrís estoy más cerca de vosotros y os amo más.
¡No tengáis miedo! Al final mi Corazón Inmaculado triunfará y traeré al mundo un tiempo de paz. Hasta entonces reza, reza, reza el Rosario sin cesar, porque sólo con la oración puedes proteger la paz tuya y también la de los que te rodean.
Reza todos los días el Rosario de las Lágrimas, los que recen este rosario no conocerán las llamas eternas y tendrán gran gloria en el cielo.
Imita a mi hija Santa Filomena y regala seis películas de su vida a mis hijos que no la conocen. Esta maravillosa película que hizo mi hijo Marcos tiene el poder no sólo de hacer comprender a las almas los ejemplos de santidad de mi hija Filomena que deben seguir, sino que también tiene el poder de hacer comprender a todos el gran poder que ella tiene en el Cielo con mi Hijo Jesús y conmigo.
En verdad digo: mi hija Filomena reina en el Cielo sobre mi Corazón y no puedo negarle nada. Cualquier cosa que pidáis a través de ella, por sus méritos, ¡os la concederé!
Que mis hijos conozcan su vida, para que a través de ella reciban las grandes gracias de mi Corazón Inmaculado, y así triunfe en la tierra el amor de mi Hijo Jesús y su gracia.
A todos bendigo de nuevo: desde Mugnano, Lourdes y Jacareí».
(Santa Filomena): «Queridos hermanos y hermanas míos, yo, Filomena, me alegro de venir hoy con la Madre de Dios para bendeciros y deciros: Seguidme por el camino del amor, siguiendo mis huellas, abriendo vuestros corazones para tener una fe fuerte y grande.
¡Rezad mucho por ello! Rezad seis horas al día para mantener siempre encendida la llama de la fe y del amor en mi corazón, grande y ardiente por el Señor.
Rezad al menos tres horas al día para que esta llama se encienda en vuestros corazones y a través de ellos irradie a todos los corazones de los que os rodean y también al mundo entero.
Seguidme por el camino del amor renunciando a vosotros mismos, a vuestra voluntad y dando vuestro «sí» al Señor y a nuestra Bendita Reina.
Sígueme por el camino del amor sacrificando tu vida por Jesús y María como yo me he sacrificado, dando tu vida para servirles, para amarles, para consolarles y también para darles alegría con tu amor.
Entonces verdaderamente vosotros, los que seguiréis el camino del amor, seréis amor, viviréis en el amor y difundiréis el amor a todos.
Entonces todos veréis el amor, será fácil creer en el amor, en el amor eterno que es Dios y ni siquiera tendréis que demostrar ni explicar nada, porque por vuestro propio ejemplo de amor, todos creerán. Serás entonces el mejor libro donde todos podréis aprender el verdadero amor, en tu ejemplo todos aprenderéis el verdadero amor.
Os amo a todos y estoy cerca de vosotros en todos vuestros sufrimientos, cuando sufrís estoy más cerca de vosotros de lo que podéis imaginar. Venid a mí y os daré hijos míos, hermanos míos, muchas, muchas gracias.
¡Os bendigo a todos y especialmente a ti, mi amado Marcos! Hoy, día de mi fiesta, que es día de tantas gracias en mi Santuario de Mugnano, día en que Nuestro Señor derrama copiosas gracias, milagros y curaciones en mi Santuario de Mugnano, aquí que está mi pequeño Mugnano de Brasil, Nuestro Señor me concedió también grandes gracias para derramar sobre ti, mi amigo, hermano, apóstol que tanto me hiciste conocer y amar a estos mis hermanos y a tantos hermanos de todo el mundo con la película que hizo de mi vida.
¡Eres digno de estas grandes gracias! Por eso, hoy derramo sobre ti las copiosas gracias del Señor y sobre tu padre, que es el alma que más amas en el mundo, derramo ahora 13.000 bendiciones que recibirá en los próximos cuatro años.
Sí, recibirá todas estas gracias y entonces, verdaderamente a través de él, irradiaré también mi gracia, mi amor y mi luz a toda la humanidad.
¡Adelante Filomeno! ¡Hijo de la luz! Marcos, mi amado hermano. ve. sigue llevando la luz del Señor, la luz de nuestra Santísima Reina, mi luz a todos los que están en las tinieblas.
Sácalos a todos de las tinieblas de la ignorancia, de las tinieblas del pecado, de las tinieblas del alejamiento del Señor a través de tu trabajo y de tus oraciones diarias y cada vez más, mi amado hermano, haz que todos me conozcan, conozcan mi vida, pues a través de mí llegará a todos ellos: la paz, la gracia y la salvación del Señor.
Te bendigo y te bendigo también, mi amado hermano Carlos Tadeu. Como te dije antes, ofrecí por ti todo el martirio que sufrí, pero especialmente, ofrecí también el martirio de ser arrojado al río Tíber, donde me estaba ahogando.
En aquel momento en que me ahogaba, ofrecí todo mi sufrimiento por vuestras intenciones, para que el Señor se convirtiera en una gracia para vosotros y para vuestra gran misión.
Os amo y todo lo que me pidáis es la voluntad del Señor, siempre, siempre os alcanzaré, siempre os ayudaré y nunca os abandonaré.
¡Pide, pide por mi martirio las gracias que necesites y como una lluvia de gracia, ellas, las bendiciones, vendrán del Cielo!
Ahora te bendigo con amor a ti y a todos mis hermanos: de Mugnano, de Roma y de Jacareí».
(María Santísima): «Como ya he dicho, allí donde llegue uno de estos rosarios estaré viva con mi hija Filomena y también con San Cartago Borromeo y Santa Beatriz llevando las grandes gracias del Señor.
Os bendigo a todos con amor una vez más para que seáis felices, y os dejo mi paz».
Orígenes:
El texto de este sitio web se ha traducido automáticamente. Por favor, disculpa cualquier error y consulta la traducción al inglés.