Quiero, hijos Míos, que continúen rezando el Rosario todos los días, y que sigan viniendo aquí todos los días a la misma hora.
También deseo que el último sábado de este mes, el sábado de la vigilia, cada uno de ustedes venga aquí con una rosa, donde renovarán el acto de consagración a Mi Inmaculado Corazón.
Muchos se han desanimado en Mi servicio; otros están débiles. Quiero a través de este acto de consagración fortalecerlos, sellarlos y prepararlos para lo que está por venir.
Los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo."