miércoles, 15 de agosto de 2018

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz a tu corazón!

Hijo mío, no temas nada. Yo, tu Madre, estoy contigo. Nunca te dejo y nunca te abandonaré. Te doy un poco de mi fuerza, para que continúes en tu misión de ser testigo de mis palabras y de mi amor de Madre.

Reza por los infieles e ingratos, porque hay muchos que hieren el Corazón de mi Divino Hijo con terribles pecados.

Estoy aquí, ante vosotros, con toda mi presencia de Madre, para que tengáis un ardiente deseo de Dios y del Cielo. Sed del Señor, entregando en sus manos vuestra vida, vuestro ser y vuestra voluntad.

Deja que el amor divino te envuelva por completo y nada más en tu vida será difícil y pesado, porque el amor de mi Hijo suaviza y hace ligeras incluso las cargas más pesadas.

Ahora mi Hijo te purifica cada vez más a través de la cruz y los sufrimientos, pero no te preocupes, porque aunque pases por ellos, si te dejas llenar por el amor y la gracia de Dios, lo soportarás todo con gran paz y serenidad, y alcanzarás grandes méritos que el Señor ha preparado, para aquellos a quienes ha llamado y elegido.

Te dije hace años que te colocaría a la derecha de mi Hijo Jesús. Lo que te dije en el pasado aún no ha cambiado. Que estas palabras te den ánimo, valor y consuelo en tu corazón. Te amo y te doy mi amor de Madre. ¡Te bendigo!