miércoles, 16 de mayo de 2018

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz mis queridos hijos, paz!

Hijos míos, yo, vuestra Madre, estoy aquí. He venido del cielo para ayudaros y confortaros con mi amor maternal. No perdáis la fe y la esperanza. Confiad en la intercesión de mi Madre ante el Corazón de mi Hijo Jesús.

Los tiempos son difíciles y están llenos de peligros contra vuestra fe y contra la pureza de vuestras almas. Combatid esta batalla a la que Dios os convoca, a través de mí, con Su Divina Palabra en vuestro corazón y en vuestros labios, sosteniendo el Rosario en vuestras manos, rezado con amor y con el corazón.

Arrepiéntete de tus pecados. Buscad al Señor con un corazón libre y desprendido. Liberaos de todo lo que os aleja de su amor.

Me alegra veros reunidos en torno a vuestra Madre celestial, para visitarme y recibir la bendición que el Señor me permite daros.

Os digo: ¡tened valor! Dios está con vosotros y nunca os abandonará. Él os concede, esta tarde, muchas gracias. Que el amor, la paz y el perdón sanen vuestros corazones y las almas de vuestros hogares, para que pertenezcan a Dios.

Rezad mucho, porque el mundo necesita muchas oraciones y la misericordia de Dios. Os he convocado para que intercedáis por el bien de la humanidad. Rezad, rezad, rezad.

Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Antes de partir, la Santa Madre me dijo

Hijo mío, diles a todos: la oración hace milagros. La oración cambia las situaciones más difíciles y todas las cosas. La oración cura sus corazones y les libera de todo mal. Que nunca falte la oración en vuestros hogares. ¡Rezad mucho más y el Señor os bendecirá siempre!