martes, 12 de septiembre de 2017

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz mis amados hijos, paz!

Hijos míos, Yo vuestra Madre, os amo y deseo ardientemente vuestro retorno a Dios. Volved, volved, volved a Dios. Él os llama. Os llama desde hace mucho tiempo, y muchos no escuchan.

Rezad mucho, hijos míos, rezad para ser de Dios. Que todo lo que hagáis en vuestra vida diaria se lo ofrezcáis a mi Hijo como una oración viva en reparación por los pecados del mundo. Sin oraciones, sacrificios y penitencia, el mundo no puede convertirse. Este es el momento de que os decidáis por el Reino de los Cielos.

Pronto, muy pronto tendrá lugar un gran ataque y muchos de mis hijos yacerán en el suelo bañados en sangre. Rezad mucho, rezad mucho, rezad mucho. Os amo y no quiero vuestra desgracia.

Hijos míos, escuchadme. Escuchad la llamada de mi Corazón dolorido. Ya os he dado muchos mensajes. Me he aparecido en muchos lugares y os he llamado a Dios, pero aún no he sido escuchada como Dios, mi Divino Hijo, desea, y esto entristece a su Divino Corazón y trae su Justicia sobre vosotros y sobre el mundo entero.

No vivas en el pecado. El pecado destruye: destruye vuestras almas, vuestros corazones y os hace merecedores del infierno.

No os dejéis engañar. Dios es la verdad, el diablo es el padre de la mentira. Muchas mentiras serán aceptadas como verdad, pero los que tienen al Espíritu Santo como guía de sus almas no se dejarán engañar.

Luchad por el reino de los cielos. Luchad en el nombre del Señor, combatiendo todo mal y todo pecado.

Esta es mi súplica de esta noche. Quien invoque el nombre de mi Hijo Jesús, mi santísimo nombre y el nombre de mi castísimo Esposo José, no será vencido por Satanás ni por el mundo. Dios me ha enviado desde el cielo para ayudarte. Creed, rezad, y yo estaré siempre a vuestro lado para mostraros el camino seguro que conduce a Dios.

Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.