sábado, 11 de marzo de 2017

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz mis amados hijos, paz!

Hijos míos, yo, vuestra Madre, vengo del cielo para pediros que abráis vuestros corazones al amor de Dios. No cerréis vuestros corazones a la llamada del Señor. El Padre Eterno os llama con tanto amor, pero muchos no quieren obedecer su llamada y le ofenden con sus pecados.

Hijos, escuchad mi voz maternal que os suplica oración, conversión y renuncia para seguir el camino santo del Señor que conduce a la eternidad. Sabed ser pacientes en las pruebas y sed fieles al Señor en las contrariedades y dificultades. Dios está contigo y nunca te abandonará.

Mi Corazón Inmaculado vela siempre por vosotros y por vuestras familias. Estoy aquí para protegeros con mi Manto Inmaculado, para conduciros con amor hacia Aquel que es nuestro Todo y la Vida Eterna. Os bendigo con la bendición de mi Madre.

Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy la Santa Madre ha mirado a cada uno de sus hijos. Con su mirada maternal siempre bendice a todos sus hijos, y de repente me miró a mí y se quedó mirándome un rato. Yo la miré, directamente a los ojos y ella sonrió amablemente, con esa sonrisa serena y santa que transmitía paz en mi alma. Esta sonrisa, llena de amor, nos la concedía a cada uno de nosotros para que nuestras almas tuvieran siempre paz y serenidad y nunca se vieran turbadas ante las pruebas de la vida. Cómo nos ama la Virgen y desea ardientemente nuestra salvación.