miércoles, 16 de enero de 2019

Miércoles, 16 De Enero De 2019

Mensaje de Dios Padre dado a la vidente Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, Usa

Una vez más, yo (Maureen) veo una Gran Llama que he llegado a conocer como el Corazón de Dios Padre. Dice: "La fe se ve comprometida cuando las preocupaciones del mundo se apoderan del corazón. Aquí es donde la confianza debe tomar el control. La confianza es el perro guardián de la fe».

"El reto de la santidad personal consiste en vigilar siempre la confianza, pues cuando ésta se ve comprometida, también lo hace la fe. La confianza es susceptible de ataque cuando el alma empieza a confiar más en el esfuerzo humano que en Mí. Cree siempre en Mi Poder Omnipotente que puede hacerse cargo de cualquier situación».

"Armada con una fuerte virtud de confianza en Mí, el alma es capaz de luchar contra el mal. Toda alma es presa fácil para Satanás, que considera el corazón espiritual como su desafío. La oración -especialmente la Misa y el rosario- son tus mejores armas para desenmascarar y vencer a Satanás. Cuando el alma no reza lo suficiente, le resulta más difícil reconocer el mal. Así, tienes el mal en la política, el gobierno, el entretenimiento y más».

"Reza por una fe anclada en la confianza. Éste es el modo de discernir la acción de Satanás en los corazones y en el mundo».

Lee Efesios 6:10-17+.

Por último, fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis hacer frente a las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de este mundo de tinieblas, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos por la cintura el cinturón de la Verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el equipo del Evangelio de la paz; además de todo esto, tomad el escudo de la fe, con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del Maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.