viernes, 8 de febrero de 2019

Fiesta de la Abadía de Nuestra Señora del Lirio, Francia

Mi hijo muy amado y todos Mis hijos, soy Dios Padre con todo el Cielo protegiendo las palabras mientras escribes. Dile a tu amiga que todo el Cielo está muy contento con sus dos últimas imágenes de Nuestra Señora de América y de la adolescente mártir de México.

Vengo a decirte que los líderes de tu partido demócrata no están siguiendo a su Dios y los Diez Mandamientos; y los líderes de tu Santa Iglesia Católica no están siguiendo las enseñanzas de la Iglesia en muchos lugares. Muchos de vuestros líderes fueron enviados a vuestro país en los últimos cuarenta años con un único propósito: destruir América. Ahora están en los puestos más altos de vuestra Iglesia, de vuestro gobierno, y son los líderes de vuestros estados y de vuestras grandes ciudades.

Te he estado enviando muchas tormentas en tu país y en todo el mundo. No hay nada que pueda hacer excepto seguir destruyendo tu país y el mundo con un desastre natural tras otro. Seguirán empeorando y empezarán a destruir a más gente y más ciudades cada día hasta que las leyes del aborto y los pecados de la carne sean detenidos por todos vuestros gobiernos. Como os he dicho muchas veces, Yo, Dios, vuestro Padre, no permitiré que vuestras leyes sigan destruyendo a otra generación. Los desastres naturales continuarán hasta que muchos de Mis hijos se arrepientan o mueran a causa de los desastres naturales.

Como os he dicho, el Presidente y el Vicepresidente de América fueron elegidos del Cielo para guiar al resto del mundo de vuelta a los Diez Mandamientos. Vuestros líderes demócratas están llenos del mismo satanás y no están trabajando para la gente de vuestro país. Todos ellos serán derribados y destruidos, quien no se arrepienta. Estoy hablando a Toda la gente para que se arrepienta, pero especialmente a los líderes de los países, de la Iglesia y en los cargos públicos que están enseñando todo menos los Diez Mandamientos de Dios. Mi justicia se está poniendo ahora delante de vosotros por medio de desastres naturales como en los tiempos de Noé y las inundaciones. Arrepentíos y salvad vuestra alma e id al Cielo o seguid ofendiendo a vuestro Dios e id al infierno por toda la eternidad. Dios Padre del Cielo y de la Tierra.