jueves, 8 de noviembre de 2018

Llamado muy urgente de Dios Padre a Colombia y México. Última llamada. Mensaje a Enoc.

¡Es mi última llamada, antes de enviarte el castigo!

Mis Amadas Naciones, mi Paz sea con vosotros.

Mis dos naciones, pilares de mi plan de salvación de estos últimos tiempos, están a punto de entrar en purificación. Voy a hacerlas pasar por el horno de la tribulación, porque no han querido volverse a mi Misericordia y siguen aletargadas por el pecado y la maldad; necesito que estas dos naciones brillen como crisoles, para que irradien con su luz a las demás naciones.

Amadas naciones de Colombia y México, si seguís con vuestro letargo espiritual, desoyendo mis llamadas; si seguís en vuestro libertinaje y pecado, y dándome la espalda y no la cara, os aseguro que vais a lamentaros. La furia de mi naturaleza se encargará de vuestro castigo; os he elegido para que salga de vosotros el grito de libertad; pero veo con tristeza que no queréis escucharme y, por el contrario, habéis aumentado vuestro pecado y vuestra maldad. Vuestros hijos no han querido aceptar mis llamadas a la conversión, vuestros gobernantes continúan dándome la espalda y promulgando leyes que van contra la naturaleza. El cáliz de mi Justa Ira está a punto de desbordarse, no queréis acudir a mi Misericordia que os llama a la conversión; entonces, veo que lo que necesitáis cambiar es mi Justicia y esto es lo que estoy a punto de enviaros.

Si continuáis mis Amadas Naciones en vuestra rebelión, permitiré que la furia de mi naturaleza con todos sus elementos se descargue sobre vosotros. Mi amada Colombia y México, recapacitad, no me complace vuestro sufrimiento y dolor; no estáis preparados y no vais a resistir la furia de mi naturaleza. No quiero destruiros ni quiero poner de luto a vuestros hijos, porque bien sabéis que os amo. Como un padre, os exhorto a que volváis a Mí sin conocer mi Justicia.

Derogad, gobernantes de mis Amadas Naciones, todas las leyes que vayan contra la naturaleza. Que cese el derramamiento de sangre de mis inocentes que clama justicia al cielo; que desaparezca el sincretismo religioso y que sólo traigan adoración y culto a Mí, vuestro Padre del Cielo. Que sus gobernantes no sigan oprimiendo a mi Pueblo con pesadas cargas y sea castigado el corrupto, pues hacen sangrar a las naciones. No quiero que los gobernantes cometan más injusticias, ¡porque el lamento de mi Pueblo ha llegado a mis oídos! Gobernad con rectitud y equidad, para que seáis irreprochables ante Mí.

De nuevo os digo, habitantes de mis Amadas Naciones, que el tiempo de mi Misericordia está llegando a su fin. Estoy esperando vuestra conversión sincera, porque no quiero que la muerte ni la tristeza ni el llanto os despierten; acoged las llamadas que os hago y cambiad de inmediato. Necesito que vuestras naciones estén listas y preparadas, para que puedan llevar a cabo mi Plan de Salvación para estos últimos tiempos. Despertad habitantes de mi Amada Colombia y de mi Amado México, porque necesito urgentemente vuestra conversión; ¡Es mi última llamada antes de enviaros el castigo! Os hablo como Padre y os ofrezco mi Misericordia, para que os volváis a Ella y cambiéis. Si no acatas mi llamada, te enviaré mi Justicia con todo su peso y rigor. ¿Qué eliges: mi Misericordia o mi Justicia? ¡Decide de una vez por todas! No quiero que Me conozcáis como Juez Justo, mis Amados; pues vuestra tierra y vuestros hijos no soportarían el paso de mi Justicia.

Escuchadme, pues, y poned en práctica mi llamada; volved a Mí, como hicieron los habitantes de Nínive y desistiré de enviaros mi castigo. Estoy esperando vuestra conversión sin que tengáis que conocer mi Justicia; os estoy esperando, no os retraséis amados míos (dos naciones). Permaneced en mi paz.

Vuestro Padre, Yahvé, Señor de las naciones.

Que mis mensajes sean conocidos en todos los rincones de la tierra.