martes, 7 de marzo de 2017

Llamamiento Urgente de Jesús Sacramentado a la Humanidad.

Hijos Míos, ¡La Oración, el Ayuno y la Penitencia Fortalecerán el Espíritu Para Que Podáis Resistir las Tentaciones y los Ataques de los Espíritus Malignos!

Hijos míos, mi paz sea con vosotros.

Mi venida se acerca. El Hijo del Hombre vendrá en la Gloria para reinar sobre su pueblo fiel. Pronto se oirá de nuevo el sonido de las trompetas y os anunciará que ha comenzado el tiempo de la justicia divina. Fenómenos celestes nunca antes vistos por ojo alguno, serán la señal que reafirmará que todo se ha consumado en su totalidad y que ha llegado el tiempo de la oración, del ayuno y de la penitencia, el tiempo del recogimiento como preparación para los días de la purificación de la humanidad y de la creación.

No os alarméis ni os dejéis llevar por el pánico, sino poned toda vuestra confianza y esperanza en el Señor y alegraos porque Mi venida se acerca. En los días de purificación de la creación, mantén la calma y alaba la Gloria de Dios con salmos y cantos de alabanza, dando gracias por Su amor y misericordia eternos. La alabanza aplacará la justa ira de Mi Padre en esos días de justicia y os ayudará a manteneros tranquilos y en paz cuando os sintáis turbados; hacedlo con fe.

Hijos míos, se acercan los días del combate espiritual, en los que debéis fortaleceros en la fe, caminando como hijos de la luz y luchando como buenos soldados. En tiempos de crisis invocad el poder de Mi Sangre y de Mis heridas, y no bajéis la guardia con menos oración porque sabéis de sobra que mi adversario no descansa y siempre estará buscando la forma de haceros caer.

Hijos míos, la oración, el ayuno y la penitencia fortalecerán vuestro espíritu para que podáis resistir las tentaciones y los ataques de los espíritus malignos. Recordad que sólo podréis vencer a estas fuerzas del mal si tenéis vuestra fe en Mí y si estáis en oración, ayuno y penitencia. Sabed, pues, que vais a ser atacados y que debéis cerrar cuanto antes cualquier puerta espiritual de pecado que tengáis abierta. Recuerda que debes confesar y reparar cualquier pecado mortal que hayas cometido, porque si no reparas el pecado cometido, no se borrará por completo. La falta de reparación de los pecados mortales hace que muchas almas prolonguen su estancia en el purgatorio cuando llegan a la eternidad.

La confesión y la reparación de los pecados cierran las puertas espirituales abiertas y dejan a los demonios incapacitados para ejercer dominio y control sobre las almas. De nuevo os digo: Confesaos bien en la vida y reparad todos los pecados mortales que hayáis cometido a lo largo de vuestra vida. Visitadme en el Sagrario y reparad vuestros pecados, rezando las horas de Mi Pasión, o rezando Mi Rosario de la Misericordia, o el Rosario de Mis Llagas o rezando el Rosario de mi Preciosa Sangre. Cada visita que Me hagas, haciendo todo lo que Yo te diga, servirá para reparar tus pecados. También podéis reparar haciendo actos de caridad con vuestros hermanos más necesitados o rezando el Rosario de Mi Madre y ofreciéndolo por el eterno descanso de las benditas almas del purgatorio.

Así pues, hijos Míos, tened en cuenta todo lo que os digo, para que vuestras puertas espirituales abiertas permanezcan cerradas a los malos espíritus y podáis repeler los ataques de los malos espíritus. Mi Paz os dejo, Mi Paz os doy. Arrepentíos y convertíos porque el Reino de Dios está cerca.

Vuestro Maestro, Jesús del Santísimo Sacramento

Hijos míos, Dad a conocer Mis mensajes a toda la humanidad