miércoles, 15 de febrero de 2017

Llamamiento Urgente de María, la Santificadora a los Hijos de Dios.

Hijos, ¡las batallas entre el Bien y el Mal pronto entrarán en vuestro mundo!

La paz de mi Señor esté con vosotros, hijitos de mi corazón.

Hijitos, las batallas entre el bien y el mal están a punto de entrar en vuestro mundo. Las fuerzas del mal están siendo desplazadas de los lugares celestiales y muy pronto las batallas se llevarán a cabo en la Tierra. La maldad y el pecado de los hombres de estos últimos tiempos son una fuente de fuerza para los demonios; por eso estas fuerzas malignas bajan a la Tierra para fortalecerse y dar comienzo al Gran Armagedón.

Tened mucho cuidado, hijitos, porque ya hay en vuestro mundo muchas almas poseídas por demonios. Recordad que bajo ninguna circunstancia debéis entablar disputas y peleas con vuestros hermanos poseídos, pues la disputa no es con la carne y la sangre, sino con las potestades y los principados, con los espíritus malignos que moran en los lugares celestiales, que tienen mando, poder y dominio sobre este mundo oscuro. Las pwers de estas entidades espirituales encarnadas son enormes y la única forma de vencerlas es con la oración combativa, invocando el poder del Espíritu Santo de Dios y el poder de la Preciosa Sangre y Heridas de mi Amado Hijo.

Los espíritus malignos merodean ya a altas horas de la noche, buscando los cuerpos de las almas alejadas de Dios para poseerlas. Hijitos míos, no permanezcáis en la calle hasta altas horas de la noche, para no llevaros sorpresas desagradables. Los ejércitos del mal os atacarán por todas partes, especialmente a través de las puertas espirituales abiertas con el pecado no confesado y no arrepentido. En todos los ámbitos de vuestra vida, encontraréis ataques del maligno; los peores enemigos van a ser vuestra propia familia. El mundo entrará en disputas y guerras y la sangre de los hombres se derramará en muchas naciones.

Las mentes de los hombres serán un campo de batalla y allí se librará el combate más fuerte por vuestra libertad. Hijitos, llevad cautivo todo pensamiento para hacerlo obediente a Jesucristo. (2 Corintios 10: 5) Consagraos cada día a la Sangre de mi Hijo y haced extensiva esta consagración a vuestros familiares. Que vuestra vida material y espiritual quede sellada con la Sangre de mi Hijo, así como vuestra mente y vuestros sentidos. En el librito de oraciones y rosarios del Buen Pastor entregado a nuestro instrumento Enoc, encontrarás oraciones y rosarios que te servirán para el combate espiritual de cada día; rézalos junto con las oraciones de la Armadura Espiritual para que puedas repeler los ataques que los demonios te enviarán para robarte la paz y tu alma. Pueblo de Dios, sois mi ejército militante; estad preparados y obedeced todas las instrucciones que os enviamos a través de nuestros mensajeros de estos tiempos finales, para que podáis defenderos de los ataques de las huestes del mal.

Manteneos vigilantes, alerta y vigilados, conjurando en todo momento los ataques a la mente. Recordad que mi adversario os conoce y conoce vuestras debilidades; por eso atacará vuestra mente para poder controlar todo vuestro ser y, así, poder tener dominio sobre vosotros y haceros perder el alma. Por eso, hijos míos, llevad siempre en vuestras manos el poder de mi Santo Rosario y rezadlo mañana y noche para que estéis protegidos. Consagraos cuanto antes a nuestros Dos Corazones y haced extensiva esta consagración a vuestros familiares. Poneos la Armadura Espiritual mañana y noche y obedeced todas nuestras instrucciones para que podáis permanecer victoriosos.

Que la paz de mi Señor permanezca en vosotros.

Tu Madre, María la Santificadora, te ama.

Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, hijitos de mi Corazón.