Mensajes de diversas orígenes

 

miércoles, 23 de julio de 2025

Pero, ¿quién, en estos tiempos, os habla de Mi Voluntad? Hijos, ¡qué Bautismo, qué Fuego, qué Sublime Abrazo Recibís al Recibirme Santo!

Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Christine en Francia el 20 de julio de 2025

 

[Venid sobre mis huellas, avanzad sobre mis huellas, para que os enseñe mi Voluntad. Mi Voluntad es por los siglos de los siglos, pero no os es enseñada. Haced Mi Voluntad y viviréis; abandonaos a Mi Voluntad y se os trazará el camino de la vida. Nadie os enseña a tomar el camino de Mi Voluntad y, sin embargo, es haciendo Mi Voluntad como el hombre camina por la senda correcta. Entrar en la Voluntad que Yo soy es entrar en la vida, y hacer Mi Divina Voluntad es caminar Conmigo tras Mis huellas y no extraviarse jamás. Pero, ¿quién, en estos tiempos, te habla de Mi Voluntad? Ni siquiera los sacerdotes os hablan de ella. Hijos, es por Mi Voluntad que el hombre vive, en Mi Voluntad crece y florece, y haciendo Mi Voluntad, camina por el sendero recto, el Camino de vida que Yo soy.

Abandonaos a Mi Voluntad y viviréis, porque así no caminaréis por vuestro propio camino, sino por el camino que Yo os llevo para conduciros al Reino eterno y establecer en vosotros Mi Morada, para que os convirtáis en seres vivos en el Viviente que Yo soy.

No os pido que hagáis vuestra voluntad sino que entreguéis vuestra voluntad a la Mía para liberaros de las trampas y tentaciones del mundo. Haciendo Mi Voluntad, camináis por el Sendero recto que Yo soy y no os alejáis; pero si hacéis vuestra voluntad, quedáis atrapados en las trampas y tentáculos del Diablo.

Hijos, he rendido Mi Voluntad al Padre(1), y a través de esta rendición, la liberación ha sido traída a vosotros. Entrad pues en Mi Vida, entrad en Mi Voluntad, entregaos totalmente a los deseos del Padre para vosotros, y encontraréis vuestro camino de vida, y la tentación no podrá interponerse en vuestro camino.

Hijos, es manteniendo vuestro corazón en oración, en silencio interior, como el hombre encuentra el camino que le está destinado; y cuando sintáis que la alegría, una alegría profunda y completa, llena vuestro hogar, es entonces cuando el Cielo os está guiando. No hablo de una alegría pasajera, sino de una alegría profunda y silenciosa que llena tu hogar de paz y serenidad, una alegría interior que graba serenidad, tranquilidad y plenitud en tu ser. En ese momento, estás en Mis manos y modelada por Mi Espíritu Santo que te guía y te deleita en el secreto de tu corazón. ¡Qué bueno es ser deleitados en el espíritu, hijos Míos, qué bueno es ser elevados en un instante a otra dimensión que la de la Tierra, una dimensión que deleita y construye en vosotros el Camino de Vida que Yo soy para cada uno de vosotros!

Hijos, a través de Mi Santa Eucaristía, vengo a buscar y a alimentar a los Míos, vengo a purificar vuestros corazones y vuestras almas, vuestras mentes y vuestros cuerpos de las trampas de la materia, y a traer a vosotros el verdadero Pan de Vida que es verdadero Alimento y que transporta vuestra alma a la bóveda del Cielo. No apreciáis este momento sagrado, ¡o lo apreciáis muy poco! Hijos, en este momento, callad en vuestro interior y subid en silencio los escalones del palacio hacia Mi Cielo de Gloria, Mi Gloria, Mi plenitud, para llevar en vosotros Mi morada de vida.

Hijos, ¡qué Bautismo, qué Fuego, qué abrazo sublime recibís cuando Me recibís santamente! Os traigo Mi Pan de Vida, el verdadero Alimento que lleva en vosotros el Fuego del Cielo. ¡Con qué trascendencia alimento vuestras almas y qué fuerza traigo a vuestros cuerpos! Al recibirme, recibís la vida en plenitud, y abro el cielo de vuestra alma al Cielo de Mi Gloria. ¡No podéis medir el esplendor, la grandeza, la inmensidad de lo que recibís! Y soy Yo mismo, el Señor y Cristo viviente, que vengo a vosotros para poner Mi morada dentro de vosotros, para alimentaros con Mi fuerza, para alimentaros con el Libro de la Vida que Yo soy, y para llevar dentro de vosotros la única Verdad, el Ser verdadero y perfecto que Yo soy, ¡el que os crea y os recrea constantemente y que lleva dentro de vosotros Mi Fuerza Vital, la Resurrección!

Hijos, venid siempre a Mí y estad en la Verdad. Bajo el velo del Pan resplandece Mi Divinidad. Si en este momento os concediera el don de la vista, algunos de vosotros caerían en éxtasis y otros desfallecerían ante Mi esplendor.

Hijos, con fe siempre y profundo respeto, acercaos a Mi Santísima Comunión con profunda reverencia, profunda gratitud y amor sin límites. Me entrego a vosotros bajo el más pequeño velo de pan, hostia frágil y abandonada, para traeros Mi Fuerza, Mi Resplandor, Mi Luz, Mi Salvación, y para vivificar vuestras almas y vuestros cuerpos. Me hago humilde e indefenso y os traigo Mi Paz.

(1) Cf. [ Lc 22 :42]

Origen: ➥ MessagesDuCielAChristine.fr

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