Mensajes a los Hijos de la Renovación, EEUU

 

domingo, 29 de septiembre de 2019

Capilla de la Adoración

 

Queridísimo Jesús siempre presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Creo en Ti, espero en Ti, te amo y te adoro. Gracias por darme la oportunidad de estar hoy contigo, Señor. Gracias por la Santa Misa y la Santa Comunión. ¡Alabado seas por este bendito tiempo juntos en Adoración en el que Te tenemos todo para nosotros! Sé que esta capilla debería estar abarrotada, con colas hasta la calle para entrar a verte, Señor. Aún así, soy egoísta y disfruto de este tiempo en el que (nombre oculto) y yo Te tenemos para nosotros solos. Jesús, sé que anhelas que este lugar se llene a rebosar y por eso estoy triste. Gracias, Señor, por Tu presencia en este lugar. Señor, por favor bendice a nuestro pastor y a todos los peregrinos que parten en peregrinación. Guárdalos a todos a salvo y concédeles misericordias de viaje.

Señor, Tú conoces todas mis preocupaciones y mis cargas. Jesús, por favor, ayuda a los miembros de mi familia que están pasando por tantas pruebas. Por favor, sana el matrimonio de (nombres no revelados) y cura a los miembros de mi familia que sufren traumas emocionales, ansiedad y depresión. Ayuda a mis hijos y nietos y llévalos a todos al Sacramento del Bautismo y la Santa Comunión. Señor, estoy preocupado por (nombres ocultos) que no han sido bautizados y por los que están fuera o alejados de la Iglesia. Haz que vuelvan pronto, Jesús. Confío en Ti, Señor, y me preocupo por su bienestar (espiritual). Por favor, Jesús. Sé que muchos vendrán a Ti como resultado de la Iluminación de la Conciencia, pero haz que la gente vuelva a la Fe antes de eso, Señor, para que puedan aprovechar el tiempo con el sacerdote ahora, antes de que la gente acuda a ellos en masa. Señor, por favor, llama a muchos más hombres al sacerdocio y abre sus corazones para que reciban la llamada de Ti.

Señor, hay tanto que traerte esta semana, pero como Tú conoces íntimamente todo lo que ocurre, te lo confío todo a Ti. Te lo ofrezco todo, Señor, y lo envío al pie de la cruz para que Tú lo ates. En su lugar, Jesús, envía gracias y todo lo necesario para las almas. Cura todas las heridas, Señor y las consecuencias del pecado y de las malas elecciones, Jesús. Jesús, confío en Ti. Jesús, confío en Ti. Jesús, confío en Ti.

«Mi niña, Mi pequeña es bueno que Me entregues tus preocupaciones porque Yo soy la única respuesta. Me las das a Mí, por tu amor, por tu cuidado. Esto es bueno, hija Mía. Se te está concediendo Mi paz, hija. Yo te amo. Te ayudaré a llevar a tus seres queridos. Estoy con cada uno de ellos. Ellos también son Mis hijos a los que amo entrañablemente. No puedes arreglar estos problemas, corderita Mía, pero Yo, el Cordero de Dios, curaré las heridas. Algunas las curo lentamente. Otras las curo rápidamente. Yo soy el buen médico y sé lo que necesita cada alma. Todos los que vengan a Mí recibirán lo que necesitan. Soy paciente con las necesidades de cada alma, igual que un médico sabe que algunos tratamientos llevan más tiempo que otros, debido al tiempo que lleva una enfermedad, a la gravedad y a la virilidad de la bacteria o del virus. Algunas pueden curarse con un tratamiento de antibióticos. Otras enfermedades requieren múltiples cursos de medicación, vitaminas, hierbas, convalecencia, etc. Cada caso médico es único porque cada persona y su respuesta inmunitaria son únicas. Lo mismo ocurre con las almas. Las almas se hieren mucho más fácilmente, hija mía, y en algunos casos se necesitan meses y años. Sin embargo, doy a cada alma todo lo que necesita cuando acude a Mí. Puedo curar rápidamente, pero esto no siempre es lo mejor para el alma, pues a menudo no está preparada para ello. Soy paciente y tierno. Amo a cada persona y actuaré en su mejor interés. Hija mía, como sabes algunos tratamientos son incómodos y en algunos casos dolorosos. La fisioterapia o los tratamientos de heridas pueden ser dolorosos y, sin embargo, en muchos casos son necesarios para la curación. Lo mismo ocurre con las heridas espirituales y emocionales. A menudo, esta curación es en sí misma dolorosa. Sé lo que se necesita para la curación y soy suave, pero también en Mi misericordia hago lo que es necesario para el bien de cada alma. Es difícil para los seres queridos esperar pacientemente en Mí, pero ésta es la confianza que pido. Demuestras tu confianza en Mí cuando Me permites trabajar en las almas y esperas en oración Mi dirección. Hija mía, igual que una enfermera quirúrgica permanece junto al cirujano durante una intervención y espera su dirección, para este instrumento o aquel otro, esto es lo que te pido. Permanece cerca, permanece en oración, continúa en devoción a tu deber, pero permanece atenta a lo que te pido que hagas a continuación, hija Mía».

Sí, Jesús. Gracias por esta imagen de una intervención quirúrgica. Me lo aclara mejor.

«Corderita mía, estoy complacido con Mi hija (nombre oculto) y sus sacrificios por los necesitados. Ella muestra el amor de Dios vivo en su corazón. Bendigo también a (nombre oculto) por ser paciente en estos asuntos. Todos estáis trabajando por el Reino mientras Yo presento oportunidades para servir y esto es lo que llamo a Mis Hijos de la Luz a hacer cada día en sus vidas, vividas para Dios. Estad alerta y abiertos a las oportunidades de servir. Sed conscientes, también, de que pido a cada uno que también sea fiel a la vocación que se os ha dado. Debéis anteponer siempre la devoción a Dios y a vuestra vocación. Ahí es donde os llamo a servir y a amar, y desde ahí os doy gracias y bendiciones para otras formas de servicio. Siempre hay almas necesitadas y Me complace cuando Mis hijos son bondadosos y misericordiosos. También os pido que seáis conscientes de las almas necesitadas dentro de vuestras propias familias. La familia es la Iglesia doméstica. Centraos en el núcleo y en el corazón, y de ahí fluirán gracias y bendiciones. Hija mía e hijo mío, os presento muchas oportunidades. Estad en paz y sabed que os invito a dar testimonio de la esperanza, la verdad y la luz que hay en vosotros. El mundo está en tinieblas. Mis hijos que Me aman y Me siguen no son inmunes a ello. El pecado está a vuestro alrededor e intenta cobrarse muchas, muchas víctimas. Yo soy el remedio. Doy a Mi pueblo los Sacramentos, la Escritura, el Santo Rosario y la Coronilla de la Divina Misericordia. Esto es lo que tienes y son tu salvavidas. (Eucaristía y Confesión) Reza, ayuna y aprovecha los Sacramentos. Tendrás lo que necesitas para acercarte a Mi Sagrado Corazón. Allí está tu refugio. Acude a Mí con frecuencia a lo largo del día. Reflexiona sobre Mi misericordia, Mi pasión y muerte, Mi resurrección. Reza la oración que te enseñé, hija Mía y de todos Mis Hijos de la Luz. Acude con frecuencia al refugio de Mi Sagrado Corazón y del Inmaculado Corazón de María. (*ver oración más abajo) Encontrarás el descanso para tu alma que necesitas para continuar la lucha espiritual por las almas. Reza por las almas perdidas para que sean encontradas».

Jesús, hablando de almas perdidas, ¿podrías proporcionar un medio para que (nombre no revelado) venga a hablar a los que estamos en esta zona geográfica? Por favor, abre un hueco en su agenda, Jesús. Tú eres el Señor y Tú creaste el tiempo. Por favor, dale tiempo para hacerlo, Jesús. Abre los corazones para que vengan a escucharle y a comprender los mensajes del Padre Eterno. Prepáranos, Jesús, para que podamos ser de más ayuda durante el Tiempo de las Grandes Pruebas. Señor, sé que Tú cuidarás de todos nosotros. Nosotros, a nuestra vez, debemos ayudarte en esta obra de llevar almas a Tu Reino. Prepáranos, Tus pequeños ayudantes. Prepáranos bien, Jesús, como sé que Tú has intentado hacer durante muchos años. Aprendemos despacio, como Tú sabes, pero por Tu gracia estaremos preparados, y sólo por Tu gracia. Jesús, si algunos supieran que el día se acerca, creo que sus decisiones se priorizarían según Tu Voluntad. Están tan centrados en todo lo que pasa en sus vidas, las pruebas, las dificultades, que no ven realmente con claridad. Dales claridad, Jesús. Creo que (nombre oculto) les ayudará realmente a hacerlo. Ayúdanos a ayudarnos a nosotros mismos y a los demás, Señor. Necesitamos tan desesperadamente Tu gracia y Tu misericordia para ser todo lo que Tú quieres que seamos para nuestros hermanos y hermanas necesitados. Sana todas las heridas y enfermedades, Señor, en los corazones, las almas, los cuerpos y las mentes. Te alabamos por haber obtenido la victoria sobre el pecado y la muerte. Abre todas las almas a Tu gracia que da vida. Abre todas las almas a su herencia: la salvación y la vida eterna en Tu Reino Celestial.

«Gracias por tu sinceridad, hijita Mía. Hija Mía, concéntrate en Mí y en lo que te pido. No te preocupes por todo lo que hacen los demás. Te pido que hagas lo que está en Mi Plan y en la misión que tengo para ti y tu familia. Habla con tu marido. Discute las cosas con él; reza sobre cada decisión y luego decide qué es lo que quiero que hagas. Tengo planes bastante grandes para ti, como has empezado a ver. Son difíciles, me doy cuenta y por eso os pido que permanezcáis en Mi Voluntad y no os juzguéis en función de lo que otros hacen para servir. No tenéis la misma misión. Yo os dirigiré. Pedid Mi dirección. Rezad en familia. Me gustaría que rezarais el Rosario los cuatro juntos, como hicisteis la semana pasada. Es hora, hija Mía, de que el corazón de tu familia se una para rezar. Decidid una tarde o una hora que os venga bien a cada uno y empezad, porque los tiempos son verdaderamente peligrosos. Continuad rezando juntos, Mi (nombre oculto) y Mi (nombre oculto), el Rosario y la Coronilla de la Divina Misericordia. Rezad por la mañana y por la noche como os he indicado anteriormente. Sé que es difícil, pero pedidme ayuda y Yo os ayudaré. Esta debe ser tu primera prioridad a partir de ahora. Esto es por tu protección y la de tu familia. No ves el mal que te rodea y que quiere destruirte. Yo lo veo y por eso te pido que reces como te he enseñado y que añadas una noche a la semana en la que (nombre oculto) se una a ti. Me gustaría que todos tus hijos se unieran a ti, pero esta invitación puede extenderse después de que los cuatro lo hayáis establecido. Como resultado, fortaleceré a toda tu familia y os bendeciré, hijos Míos. Hijo mío, tú eres la cabeza, el líder de tu familia y confío la misión familiar a tu liderazgo, bajo la protección de San José'.

«Sí, hija Mía, ¿estás sintiendo ahora la urgencia de las cosas que están por venir?».

Jesús mío, hace tiempo que las presiento, pero siento la urgencia en Tu corazón de forma velada, pero sigue siendo real para mí. Estoy sintiendo Tu urgencia y esto me golpea mucho más profundamente que cualquier otra cosa. Jesús, confío en Ti.

«Sí, corderito mío. Pronto se desarrollará todo lo que te he dicho. Los acontecimientos comenzarán a producirse en los próximos meses. Yo te prepararé y no hay nada que temer. Tus ángeles de la guarda y muchos ángeles más protegen a Mis hijos. Mucha gente aún no será consciente de que los acontecimientos predichos en las Escrituras por Mí están empezando a suceder. No tengáis miedo, pero tomad en serio Mis palabras. Estáis preparados físicamente en todo lo que es posible en este momento. Consagrad vuestros hogares y vuestras propiedades como os he pedido. Tu casa ya ha sido bendecida. Me gustaría que la consagración a la Sagrada Familia la hicierais tú y Mi hijo (nombre oculto). Bendice tus bienes y tu casa. Obtendrás la sal y el agua benditas para el exorcismo de Mi hijo, (nombre no revelado). Hazlo cuanto antes, pues tu hogar se beneficiará pronto de ello. Hazlo por (nombre no revelado). Cuando visites a (nombre oculto) pregúntale si te permite hacer esto por su casa y su propiedad. De este modo, Mis hijos tendrán seguridad durante las pruebas venideras hasta que vuestros ángeles de la guarda os guíen hacia el siguiente curso de acción. Rezad, rezad, rezad, pero no temáis. No os doy un espíritu de miedo, sino sólo un espíritu de confianza. Todo irá bien. Seguid haciendo Mi Voluntad y no os preocupéis por lo que está por venir. Centraos en Mí, hijos Míos. Centraos en las almas que pongo en vuestras vidas. Buscad los Sacramentos y permaneced en estado de gracia. Voy a dar a cada uno una dirección. Vuestras almas estarán más abiertas a Mi dirección en estado de gracia. Id ahora en Mi paz, Mi misericordia y sí, incluso en Mi alegría. La alegría viene de amar Mi corazón y de hacer Mi Voluntad. Todo irá bien. Comencemos».

Gracias, Jesús mío, Dios mío. ¡Te amo!

«Y Yo te amo. Te bendigo en el nombre de Mi Padre, en Mi nombre y en el nombre de Mi Espíritu Santo. Id en paz».

*Oración que Jesús pidió que se rezara:

Jesús, escóndeme en Tu Sagrado Corazón. Sé mi refugio.

Madre Santísima, cúbreme con tu manto de protección y envuélveme en tu Corazón Inmaculado, donde nada pueda tocarme.

Puedes rezar esto también por los demás. Esta oración se da a Mis hijos y el Padre no negará refugio a Sus hijos en Mi corazón o en el corazón de Mi Madre, pues éste es Su plan desde el principio. Ve allí a menudo, hija Mía, y encontrarás descanso y alivio de las batallas y las tormentas'. Jesús (19 de enero de 2014)

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Origen: ➥ www.childrenoftherenewal.com

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