martes, 25 de diciembre de 2018

Primer día de Navidad.

El Padre Celestial habla a través de Su obediente y humilde herramienta e hija Ana en el ordenador a las 12:25 y a las 18:15.

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Yo, el Padre Celestial, hablo ahora y en este momento, a través de Mi voluntarioso, obediente y humilde instrumento e hija Anne, que está totalmente en Mi Voluntad y repite sólo las palabras que vienen de Mí.

Amado pequeño rebaño, amados seguidores y amados peregrinos y creyentes de cerca y de lejos. Yo, el Padre Celestial, vengo con los dones para todos aquellos que han abierto de par en par las puertas de su corazón y han dejado fluir la Palabra de Dios.

Amados míos, ¿cómo os daré los regalos? ¿Qué aspecto tienen estos regalos? ¿Pueden compararse con los bienes terrenales? No, desde luego que no, porque son regalos celestiales que no pueden ni deben compararse con nada terrenal. Yo, el Padre Celestial, haré que en estos días de Navidad ocurran milagros de conversión muy especiales, que no pueden explicarse con el conocimiento humano. Son sencillamente sobrecogedores, simplemente celestiales.

Mi querida hijita, no pudiste pasar la Alta Santa Navidad en la iglesia de la casa, porque estabas tan mal físicamente que no podías mantenerte en pie. Tuviste dolores inexplicables y pasaste el tiempo de la Santa Misa de Gallo en el sofá. Eso era inexplicable para ti. Pero te has entregado completamente a mí. Ése era mi deseo.

Mis amados hijos, carecéis por completo de fe en la Santísima Noche. Tú, Mi pequeña, has tenido que vivir esta oscuridad. Lo has soportado todo voluntariamente. Te doy las gracias por ello. Continúa siendo valiente, pues vendrán varios acontecimientos más, que no podrás explicar ni siquiera con tu mente.

En este día, el primer día de Navidad, has podido estar de nuevo en la casa-iglesia y has sido compensada mil veces. En el éxtasis de hoy se te permitió experimentar a los ángeles con el estandarte «Gloria in Excelsis Deo» y también el canto de los ángeles. Han cantado en varios tonos diferentes. Habéis visto el nacimiento del pequeño niño Jesús mientras yacía en el pesebre. El buey y el asno le han dado calor. Ha extendido los brazos y ha pedido tu abrazo. Es rechazado por todos y necesita tu consuelo.

Adóralo, Mi amado rebaño pequeño y rinde homenaje al niño pequeño en el pesebre. Te implora, reza por el mundo entero, que está en las tinieblas de la incredulidad. Este pequeño niño Jesús quiere nacer de nuevo en muchos corazones receptivos. Por tanto, abre de par en par las puertas de tu corazón para dejar entrar la corriente del Amor Divino.

Entonces, al final del éxtasis, también podrás experimentar la canción de Navidad «Noche de Paz Noche de Paz», cantada por los ángeles. Has podido disfrutar plenamente de los placeres celestiales y estás agradecido por ello. Ahora se te permitió revivir la Noche Santa. Fue el regalo más hermoso para ti y se lo diste a tu pequeño grupo.

Así, amada mía, se verá un día en los apartamentos eternos. Allí está la alegría eterna, que nunca puede enturbiarse. Regocíjate en la vida eterna. Todo en tu mundo es transitorio, sólo lo eterno permanece eterno. .

Ahora podéis disfrutar de la Navidad, Mi amado pequeño rebaño. Disfrutad de estos días de reflexión y regocijaos en el Niño Jesús en el pesebre. Hoy le habéis cantado canciones de cuna. Id al pesebre todas las veces que podáis durante este tiempo de Navidad y recoged las gracias navideñas. Están ahí para todos vosotros, porque el Niño Jesús se da a todos y espera a los corazones dispuestos.

Hijos míos, aunque el tiempo sea oscuro y vacío, traed al Niño Jesús corazones dispuestos, corazones que crean. Dejad que las alegrías navideñas penetren profundamente en vuestros corazones, pues os fortalecerán para el tiempo de inquietud que se avecina. Aún queda mucho por venir.

Por favor, no olvidéis que el Salvador nació para la redención del mundo entero. Él quiere entrar también hoy, en los corazones que estén dispuestos a recibirle. Quiere dar dones e iluminar a todos. Venid y dejaos regalar. Ha llegado el tiempo de la gracia. Tomadlo y adoradlo. .

El niño Jesús espera una conversión, una conversión en el corazón. A vosotros, hijos Míos, se os permitirá experimentar estas maravillas. Os han sido traídas. Apenas podréis creerlo, pues son los corazones endurecidos los que Él atravesará.

El Niño Jesús sabe de las muchas familias que no están en la alegría de la Navidad, sino peleadas. Muchas comunidades de hoy están construidas sobre el pecado. Lo que antes era un pecado grave, ahora se ha convertido en una normalidad, porque este pecado ya está legalizado por la Sede Suprema.

Sí, Mis amados, la Iglesia Católica ha cambiado enormemente. Ya no se sabe lo que es el pecado. Se vive así porque las autoridades lo ejemplifican. Los graves sacrilegios ocurren con las autoridades de la iglesia y en el Vaticano. .

Hoy uno se avergüenza de la fe católica. Los sacerdotes hace tiempo que no llevan ropa sacerdotal y no se les reconoce como pastores. Exigen la abolición del celibato. No pocos sacerdotes viven los dos sacramentos. Las esposas y también los hijos ya viven en casas parroquiales. Los sacerdotes casados son la norma. La oración del breviario ha pasado a un segundo plano. Debido a los numerosos comités, los sacerdotes ya no tienen tiempo para ello. Sólo son jefes de los comités y su voto no es necesario. Además, se dejan seducir por el consumo constante de alcohol.

La apostasía ha aumentado tanto que muchos lugares de culto han tenido que ser vendidos o convertidos en escenarios teatrales. Mis queridos hijos, ¿qué ha sido de esta Iglesia modernista? No hay bendición que provenga de los sacerdotes del modernismo actual. Desgraciadamente, los fieles se dejan engañar y cambian la mesa de la molienda por la mesa de las ofrendas. No se dan cuenta porque Satanás utiliza su astucia. .

Amados míos, ¿por qué viaja tanta gente a las regiones del sur para esta fiesta? Sucede porque la gente huye de su propia conciencia. Pero la realidad pronto les alcanzará, pues Satanás no utiliza su astucia para el bien. A menudo experimentan una catástrofe en el extranjero o sucede un accidente del que no pueden huir.

Sigo a Mis hijos y les hago conscientes a través de los ángeles cuando aún existe la posibilidad de tocar sus corazones. No quiero que Mis hijos caigan en el abismo y que Satanás recoja su rica cosecha.

Mis amados hijos y fieles, ¿cuánto anhela vuestro queridísimo padre a las almas preparadas? ¿Cuán endurecidos están los muchos corazones? Lloro lágrimas amargas y necesito el consuelo de muchas almas expiatorias .

Tú también, hijita Mía, estás aquí para consolarme y no temes ningún sacrificio. Te rindes en toda situación difícil, aunque tus perseguidores estén a tu alrededor. No te rindes y ningún sacrificio es demasiado para ti. Os doy las gracias y también a vosotros, Mi amado pequeño rebaño. Hoy has vuelto a cantarle nanas al niñito Jesús y se ha puesto contento. Realmente necesitáis estas gracias, porque en un futuro muy próximo os llegará algo difícil. Permaneced valientes y resistid al mal. Él quiere engañarte.

Disfruta del segundo día de Navidad a pesar de todo el trabajo y los constantes mensajes. Sacrifica con gusto tu tiempo para que los fieles escuchen mis palabras. Eres como el clamador en el desierto y nunca dejas, a pesar de las muchas derrotas, de proclamar mis palabras.

Pequeña mía, nunca antes se habían pedido Mis palabras con tanta frecuencia como en este tiempo. Los fieles anhelan toda la verdad, pues ya casi ningún sacerdote está dispuesto a proclamar mis palabras. Uno se avergüenza de pertenecer a la Iglesia católica y no lo dice ni siquiera hoy. Uno debe esperar que las hostilidades sigan a pie juntillas. Incluso se llega al extremo de ser insultado como sectario. Pero no temáis Mis amados, Jesús, Mi Hijo, el Hijo de Dios, fue incluso tentado por Belzebú. Pero Él no sucumbió a estas seducciones.

Sed fuertes y resistid al mal por esta razón. Todo pasará. Pero la Palabra de Dios permanece para la eternidad. Se intenta cambiarla. Pero no lo consigue. Estos seguidores de Satanás deben rendirse rápidamente. La obra del diablo nunca tendrá éxito a largo plazo.

Mis queridos hijos, sólo durante un breve tiempo el mal se ensaña e intenta confundir a la gente. Lo sentiréis muy rápidamente, porque el Espíritu Santo os iluminará. Sois Mis fieles y no os dejaré en la oscuridad.

También el pacto migratorio, el pacto del demonio, sólo es válido por poco tiempo. También aquí el Espíritu Santo iluminará a Mis fieles y el poder de Satanás se extinguirá.

Aguantad un poco más. Sé, amados Míos, que pongo a prueba vuestra paciencia. Pero recordad que el Poder Divino está por encima de las leyes. Todo lo que sea irregular saldrá a la luz. Entonces uno se preguntará: «¿Por qué no me di cuenta enseguida?». La voluntad y el plan de Dios a menudo parecen muy diferentes de la voluntad del hombre.

Permaneced vigilantes, amados Míos, y no dejéis que nada os perturbe. Recordad que vuestra voluntad es a menudo diferente. A menudo esta voluntad entra en colisión con la Voluntad Divina. Permaneced valientes y seguid las inspiraciones divinas. Vuestra Madre Celestial os acompañará ciertamente en este camino.

Hijos míos, rezad sin cesar, pues el mundo ha puesto de lado al Hijo de Dios. El hombre mismo es el hacedor y no se deja apartar. Se ha vuelto orgulloso y la mentira tiene hoy prioridad.

Te amo y te bendigo en este primer día de fiesta con todos los ángeles y santos, especialmente de tu queridísima y bondadosa Madre del Amor y Reina de la Victoria en la Trinidad, en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.