domingo, 29 de julio de 2018

Décimo domingo después de Pentecostés.

El Padre Celestial habla a través de Su obediente y humilde herramienta e hija Anne en el ordenador a las 12.30pm.

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Yo, el Padre Celestial, hablo ahora y en este momento a través de Mi obediente y humilde instrumento e hija Anne, que está totalmente en Mi Voluntad y repite sólo las palabras que vienen de Mí.

Mis amados y fieles hijos del Padre, siempre tengo algo importante que deciros para que aguantéis en Mi arduo camino. No es fácil para todos vosotros resistir en este tiempo sin fe, porque recibís duros ataques de todos los hombres, que os confunden. La astucia de Satanás es tan grande que a menudo no podéis ver que el malvado quiere atraparos.

En este momento, Mis amados, tenéis grandes dificultades en vuestra asociación. Se os presiona para que no confeséis la verdadera fe a fin de no disgustar a la familia. Ya no vivís la verdadera fe. Desfiguráis los 10 Mandamientos y también los sacramentos. .

Vosotros, Mis queridos hijos paternos, queréis restablecer la paz en vuestra familia. No lo conseguiréis. No hay que enfrentarse al pecado. Habría que reconocer la mentira como verdad para preservar la paz en la familia, pues al fin y al cabo todo el mundo lo hace, ¿y qué hay de malo en ello si todo el mundo lo hace? .

El Dios amoroso es misericordioso y no lo considerará pecado. No se debe abordar el mandamiento de la castidad. Se elude y se inventan muchas excusas. Eso da lugar a riñas y esta riña no conduce a buen fin. Así, este desacuerdo en las familias está planeado de antemano y nadie quiere prescindir de la familia.

Mis amados hijos del Padre, ¿no os he dado los mandamientos para que los observéis? El pecado sigue siendo pecado y no puedes evitarlo con ninguna excusa.

Mis queridos jóvenes cristianos, que queréis tener un matrimonio bueno, prometedor y duradero, prestad atención a este mandamiento para que guardéis la pureza. Si vivís vuestras relaciones antes del matrimonio y no conserváis la pureza para el matrimonio, no podréis experimentar la verdadera felicidad de la unión en un matrimonio duradero de fidelidad. Esto ya lo habéis vivido antes del matrimonio. Entonces, ¿cómo vais a ser fieles el uno al otro? No es posible.

El verdadero matrimonio también significa renuncia y sacrificio. Debéis complementaros y eso significa mirar al otro para verle feliz e ingeniárselas para darle alegría. Un matrimonio verdadero y feliz significa una vida sacrificada .

En los tiempos difíciles, sólo un matrimonio se demuestra a sí mismo. En los buenos tiempos es fácil apoyarse mutuamente. En los tiempos difíciles, sólo el amor demuestra su valía. Entonces la pareja se da cuenta de que es realmente amada.

¿Cómo podéis conseguirlo, Mis queridos hijos paternos? Existe un movimiento llamado «El amor verdadero espera». Puedes unirte a esta unión, pues es un movimiento precioso. Si muchas personas por experiencia han permanecido fieles a este movimiento, hará que muchas personas tomen conciencia para intentar unirse a este movimiento. Yo, tu Padre amoroso en la Trinidad, te lo deseo de todo corazón. Nada deseo más de vosotros que un matrimonio verdadero y estable en la fidelidad .

Sois Mis seres queridos y os digo que estas numerosas relaciones prematrimoniales sólo traen desgracias. Los muchos solteros se sienten abandonados y experimentan mucho sufrimiento. Y este sufrimiento, Mis amados, quiero evitároslo. Soy vuestro Padre amoroso, que siempre os mira con ojos de amor y no quiere veros infelices.

Ahora me gustaría entrar en el Evangelio de hoy. El poder del dinero se ha apoderado hoy de la humanidad y con él comienza la desgracia .

Si todo te parece más importante que la verdadera fe católica, tendrás una vida insatisfecha. Sólo con fe podrás superar las dificultades. ¿Qué significan para ti las riquezas si el amor no está en primer lugar? A menudo no te das cuenta de lo que te hace estar insatisfecho. Debes conectar el mundo con el cielo. Todo debe tener una conexión con la sobrenaturaleza y debe estar conectado con la sobrenaturaleza. De lo contrario, sois hijos de la Tierra que han excluido al Dios amoroso. Sí, entonces os convertiréis en personas mundanas que se han separado del Dios Amoroso y Trino.

Mis amados, practicad la verdadera humildad. No os situéis por encima de los demás. No está bien que queráis ser más de lo que sois. Permanece humilde y practica la pequeñez. Y sé inteligente. No os elevéis por encima de los demás, pues os he dado un valor propio. No os hagáis grandes ante los demás.

Cada ser humano es un individuo, una personalidad, creada según la voluntad del Padre Celestial . Cada ser humano tiene sus propios talentos y nace con ellos. Estos talentos proceden del Espíritu Santo. Puedes utilizar estos talentos para el bien y también para el mal. Hay distintos dones de gracia, pero un solo Espíritu Santo. .

Si no aplicas en el Espíritu Santo los ministerios que Dios te ha dado, naufragarás. Son dones del cielo. Disfruta de estos dones y no juegues con ellos. Cada uno debe disfrutar del talento del otro. Así también podréis complementaros con vuestros talentos y los talentos del otro.

Aprende el discernimiento de espíritus, pues algunos reciben el don de profecía o la interpretación de lenguas o el don de curación. Los dones de misericordia son distintos.

Pero no creas a todos los que te engañan. Permanece siempre en contacto con lo sobrenatural. Reza mucho y persevera, no sólo una vez cuando te sientas mal, sino también cuando tengas poco tiempo libre.

Reza el rosario. Debe convertirse en tu compañero constante. Sigue siendo la escalera al cielo, en los buenos y en los malos momentos. No olvides que la Madre Celestial quiere estar siempre contigo. Ella no te abandona, y menos en las grandes necesidades y en los problemas difíciles. Ella es la que desata los nudos, como también se la llama en algunos lugares. .

Si supieras con qué frecuencia te esperan la Madre Celestial y también los ángeles. Están pendientes de ti y esperan tu llamada. Por favor, aprovecha cualquier oportunidad para incluir el cielo. Los hijos de la Tierra pueden convertirse en hijos del Cielo. Vuestra vida es mucho más fácil de manejar si incluís el cielo en vuestros problemas.

Ha llegado el momento, Mis amados hijos, os llamo de nuevo, escuchad Mis palabras y Mis signos. Debéis obedecer Mis palabras, pues el Padre del cielo quiere llamar vuestra atención para que le sigáis. .

El tiempo en la tierra es corto, pero la eternidad es siempre. No podéis imaginarlo. Debéis prepararos en la tierra para la eternidad y no vivir como si el cielo no existiera en absoluto.

Empezad a agradecer lo mucho que el cielo os ha dado ya. Os colma de muchos dones que ni siquiera sentís. El cielo es generoso. Piensa en otras dimensiones que el cielo. Lo celestial es tan abarcador que no puedes comprenderlo. Tu mente es demasiado pequeña para ello.

El Padre Celestial lo sabe todo en el mundo entero. Por eso nunca podremos comprender el cielo. Este gran Dios es el que todo lo abarca, que creó el mundo entero y lo mantendrá. No se destruye nada de lo que Él no sepa nada.

Por tanto, sigamos aferrándonos al Padre amoroso, que nos comprende en todas las situaciones y a quien también podemos confiárselo todo. Con cuánto amor cuida de nosotros. Cometemos tantos errores y Él es siempre el que perdona. No nos echa nada en cara si aprovechamos sinceramente el Sacramento de la Penitencia. Así pues, hagamos uso arrepentidos de este maravilloso sacramento, que se nos da por mucho amor .

No nos desesperemos ante el menor problema, sino llevémoslo todo ante el Santísimo Sacramento. Sólo allí se nos escucha y nunca se nos rechaza. Hablemos allí y no acudamos a psiquiatras que no nos ayudarán y no nos comprenderán de ninguna manera.

El amor, hijos míos, debe llevaros a este sacramento de Mi Hijo Jesucristo. Debe ser el punto de apoyo de nuestra vida.

Cuánto duele al Salvador cuando simplemente queremos seguir viviendo cargados de pecados en lugar de aliviarnos con el Sacramento de la Penitencia. Este sacramento fue pensado especialmente para nosotros, los cristianos católicos. Recordemos que Él murió en la Cruz por nuestros pecados. Este sacrificio está siempre ante nuestros ojos.

Por desgracia, para muchos sacerdotes este sacramento ya no es un don de gracia, pues lo ignoran. Más bien deberían ofrecerlo a los fieles para que el mundo sea redimido .

No desarrolléis temores, Mis amados hijos paternos, porque Yo soy manso y humilde de corazón y perdono con gusto y siempre. No reprocho a los pecadores sus transgresiones, sino que quiero liberarlos a todos de las cargas de la vida cotidiana. Vosotros, amados míos, sois personas pecadoras y siempre seguiréis siéndolo. Por eso he pensado en este don para vosotros, para que podáis vivir redimidos.

Sólo el amor sobremanera grande me impulsa hacia mi pueblo misericordioso, al que amo sobre todas las cosas. Mi amor nunca termina. Después de la confesión de los pecados, os abrazo. Si supierais, Mis amados hijos, cuánto amor tengo que regalar, amor que Me impulsa hacia vosotros.

Aún tengo mucho que regalar. Mi anhelo por los pecadores crece de minuto en minuto. Amo a todos los que vienen a Mí cargados de culpa. Tampoco rechazo a nadie, pues aunque sus pecados fueran rojos como la escarlata, se volverían blancos como la nieve.

Un padre amoroso nunca abandona a sus hijos Yo sigo a mis ovejas descarriadas y las conduzco de nuevo a mi establo. Todo el que escuche mi voz y la siga se salvará. .

Practicad la humildad, hijos míos, pues tiene un gran valor. Sin mí no podéis hacer nada, pero conmigo podéis saltar muros.

Se acerca Mi última hora, Mis amados hijos paternos. Mi madre y yo queremos salvar a todos de la condenación eterna. Queremos arrebatar todas las almas del poder de Satanás en el último momento.

Te bendigo con tu querida Madre y Reina de la victoria de todos los ángeles y santos en la Trinidad en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.