Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania

 

martes, 1 de mayo de 2018

Martes. Fiesta de la Madre de Dios y de su Esposo San José.

La Santísima Madre habla después de la Santa Misa Sacrificial en el Rito Tridentino según Pío V. a través de Su obediente y humilde instrumento e hija Ana.

 

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, 1 de mayo de 2018, en la fiesta de Nuestra Señora y San José, hemos celebrado una Santa Misa Sacrificial digna en el Rito Tridentino según Pío V. Era un ambiente santo en este día mariano. Había muchos aromas de flores. El altar de la Virgen María y también la Santísima Madre estaban inmersos en un mar de flores. La Virgen estaba vestida toda de blanco y llevaba un rosario blanco. En el aroma de las flores sentí una devoción especial por la Virgen.

Llevamos las Flores de Mayo a la Virgen y Ella nos agradece la devoción que le brindamos por gratitud. Ella disfrutó hoy de esta veneración y homenaje. La Virgen estaba rodeada de muchos ángeles que sostenían en sus manos un pequeño ramo de flores. Lo depositaron humildemente a sus pies. Los ángeles disfrutaron del aroma que emanaba de la Madre de Dios.

Nuestra Señora hablará hoy: .

Yo, vuestra queridísima Madre, os hablaré hoy a vosotros, mis amados hijos de María, a través de mi obediente y humilde instrumento e hija Ana, que está enteramente en la voluntad del Padre Celestial, repitiendo sólo las palabras que vienen hoy de Mí.

Amado pequeño rebaño, amados seguidores y amados peregrinos y creyentes de cerca y de lejos. Yo, vuestra queridísima Madre Celestial, quisiera comenzar dándoos las gracias por darme tanta alegría en este Primero de Mayo y por celebrar este día en Mi honor. Es una alegría celestial que se me permite transmitiros, porque el Padre Celestial y Mi Hijo Jesucristo, esta unidad de Dios, me han hecho saber hoy que esta gran gratitud pasa a través de Mí a vosotros.

Todo el amor que experimento en la Trinidad entra en vuestros corazones. Que Yo os los transmita. El Padre Celestial y Mi Hijo Jesucristo se alegran de vuestro amor que Me dais. Cuando Me presentáis estas Flores de Mayo, presentáis también al Padre Celestial, a Mi Hijo y también al Espíritu Santo al mismo tiempo.

Este amor que arde en Mi corazón vuelve a vosotros. También brilla y arde en vuestros corazones. No permanece sin éxito. Cuando Me adoráis a Mí, la Madre Celestial, adoráis al cielo entero y le dais también esta alegría. Este amor y gratitud abrumadores volverán a vuestros corazones.

Viviréis de ello en este día. Cuando Me adoras, como Madre Celestial. Entonces adoráis a todo el cielo. Esto te beneficiará en tu vida. Toda la cruz que debéis soportar y lo que el Padre Celestial ha planeado para vosotros, vuestra Madre Celestial lo lleva con vosotros.

Nunca ocurrirá que yo, tu Madre Celestial, te deje solo en ningún sufrimiento. Por eso, todo me trae a Mí primero. Cuando la pena o la alegría pasen por Mi corazón, el Padre Celestial podrá disfrutar doblemente del tuyo. Así le mostrarás una profunda gratitud.

Sin Mí, tu Madre Celestial, nada sucederá en ti. Todo pasa a través de Mí, pues he llevado al Hijo de Dios en Mi seno. El Padre Celestial Me ha creado para ti. Mi Hijo Jesucristo Me ha entregado a ti bajo Su Cruz. Es un regalo celestial para ti. La alegría y la gratitud no tendrán fin. Con alegría y gratitud abrumadoras experimento este día contigo.

Te doy las gracias y te bendigo ahora con todos los ángeles y santos en la Trinidad, en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ven a Mí con todas tus preocupaciones, pues Yo, tu Madre Celestial, quiero refrescarte. Amén .

Orígenes:

➥ anne-botschaften.de

➥ AnneBotschaften.JimdoSite.com

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