Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania

 

lunes, 12 de febrero de 2018

Sühnenacht Heroldsbach.

La Santísima Madre habla después de la Santa Misa Sacrificial en el Rito Tridentino según Pío V. a través de Su obediente y humilde instrumento e hija Ana.

 

En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, 12 de febrero de 2018, hemos celebrado una Santa Misa de Sacrificio digna en el Rito Tridentino según Pío V. Estamos celebrando la noche de la expiación y tendremos una hora de expiación esta noche mientras nos conectamos con los seguidores que se alojan en Heroldsbach.

El altar del sacrificio y también el altar de María estaban decorados con muchas rosas blancas. El altar de María se decoró con 33 rosas blancas, porque se las regalaron a la Virgen en honor de su fiesta. Ella da las gracias de corazón a la ansiosa orante.

El manto de la Virgen era blanco como la nieve y estaba bañada en una luz dorada.

Nuestra Señora hablará hoy: .

Yo, vuestra queridísima Madre y Reina de la Victoria y Reina Rosa de Heroldsbach hablo hoy a través de Mi obediente y humilde instrumento e hija Ana, que está totalmente en la Voluntad del Padre Celestial y repite sólo las palabras que vienen de Mí.

Mis amados Hijos Marianos, Yo, vuestra queridísima Madre, os doy hoy una información especial sobre Mi amada hija Katharina, que aún se encuentra en el Hogar Fénix de Gotinga. Sufre dolores atroces, y el cuidador ha prohibido al médico de la familia que la ayude y le administre analgésicos. También ha prohibido terminantemente que la ingresen en el hospicio, pues allí la ayudarían con cuidados especiales y ánimos. En él actúa real y verdaderamente Satanás. Está lleno de odio y no le importa nada más que su cuenta bancaria.

Como sabéis, Mis amados hijos de María, su vida terrena llegará pronto a su fin. Cada día se acerca un poco más a la muerte. No estéis tristes, Mi amado pequeño rebaño, el Reino Celestial les está esperando.

Mis queridos hijos, sois hijos de la tierra y os resulta difícil despediros en la tierra. Una cierta tristeza permanece. Sabéis que en el cielo os espera la gloria, que dura para siempre. Por eso, os pido que os despidáis hoy de vuestra amada Catalina.

Sus fuerzas fallarán cada vez más y sentirás que llega a su fin. Ella ya se ha despedido de esta vida terrenal. Siente que sus poderes menguan. En la última fase de su vida reconocerá todo con claridad y estará sin dolor.

Todavía tiene que soportar fuertes dolores, que soporta como expiación por sus cuatro hijos que están en pecado grave y no han cuidado de su madre. Todavía sufre mucho por este problema que ha padecido durante toda su vida.

Mis queridos hijos, Mi Katharina cuidó de sus hijos como sólo una madre puede hacerlo. Pero ellos nunca lo han apreciado. Yo, como Madre Celestial, la he consolado constantemente y he estado a su lado. Me adoró, como Madre Celestial, toda su vida y se lo agradezco con el Gracias Celestial. Prepararé las moradas eternas para ella, porque allí hay felicidad eterna, que nunca terminará. No habrá dolor ni lamentos.

Tú, hijita mía, eres la sustituta de sus hijos. Pero tú también sufres más por ellos y no te librarás de la pena. Le devolverás todo el amor que se merece. Habéis estado el uno para el otro toda la vida, compartiendo alegrías y sufrimientos. También le agradecerás en la despedida todos sus cuidados y no te será fácil dejarla marchar. Entrégalos al Padre Celestial, pues Él ya los espera anhelante para darles la felicidad eterna en la gloria. Ella lo tomará todo con mente despierta si se lo agradeces. Yo estaré contigo y te ayudaré para que no te resulte demasiado difícil, porque soy tu Madre Celestial que te conoce y sabe lo difícil que será para ti. Nunca os he dejado solos hasta ahora y he estado a vuestro lado en vuestro sufrimiento. Su espíritu ya está lejos de ti.

Te daré, Mi amada pequeña Ana, los cuidados que anhelas. Ten un poco más de paciencia. Has luchado hasta el último momento y ahora el Padre Celestial te recompensará por ello. Has expiado el mal de su hija, que te ha causado este sufrimiento.

Le daré el conocimiento de que se arrepiente de todo de corazón y confiesa esta culpa a Mi Hijo Jesucristo en una Santa Confesión digna.

Sí, Mis amados hijos, continuaréis luchando por el Cielo. No os rendiréis, pues el malvado sigue tendiéndoos la mano. Quiere apartaros de la verdad con sus garras y arrancaros del amor de Dios. Está atento a todo lo que aún le es posible para disuadirte del amor de Dios. Sois los amados del Padre Celestial y también Mis hijos amados. Y el maligno lo sabe y aún ve una posibilidad de despreciaros y mostrar la abominación y el desprecio en la vida terrenal.

Seréis capaces de aceptar vuestra cruz y sufrimiento, especialmente tú, Mi pequeña. Has sufrido mucho y nunca estarás sin sufrimiento y sin expiación. El Padre Celestial te da las gracias y yo, como tu Madre Celestial, también quiero darte las gracias por tu buena voluntad por el bien del cielo. Siempre estaré contigo como tu Madre Celestial.

Te bendigo ahora con todos los ángeles y santos de la Trinidad en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Estad preparados para los tesoros del cielo, pues son eternos. Amén.

Orígenes:

➥ anne-botschaften.de

➥ AnneBotschaften.JimdoSite.com

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