Mensajes a Ana en Mellatz/Goettingen, Alemania
sábado, 8 de julio de 2017
Cenáculo.
La Santísima Madre habla después de la Santa Misa Sacrificial en el Rito Tridentino según Pío V a través de Su voluntarioso, obediente y humilde instrumento e hija Ana.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El altar de la Virgen María estaba ricamente adornado con flores, así como el altar del sacrificio. La Virgen estaba vestida hoy toda de blanco. El rosario que llevaba en las manos brillaba en azul claro. Los ángeles entraban y salían durante la Santa Misa del Sacrificio.
Nuestra Señora hablará hoy: Yo, vuestra queridísima Madre, la Madre y Reina de la Victoria y la Reina Rosa de Heroldsbach, hablo ahora y en este momento a través de Mi dispuesta, obediente y humilde instrumento e hija Ana, que está enteramente en la voluntad del Padre Celestial, repitiendo sólo las palabras que vienen de Mí.
Amado pequeño rebaño, amados seguidores, amados peregrinos y creyentes de cerca y de lejos. Yo, vuestra queridísima Madre, os invito hoy a entrar en el santuario de Mi Corazón Inmaculado. Este santuario será un refugio seguro para vosotros en el futuro. Que el futuro no será de color de rosa, todos lo sabéis, Mis amados.
La Iglesia Católica está ahora completamente destruida. Ha sido destruida por las autoridades.
Yo, vuestra queridísima Madre Celestial, vuestra Madre y Reina de la Victoria, y Reina de las Rosas de Heroldsbach, os acojo en Mis brazos. Os consolaré y os daré protección segura en estos momentos tan difíciles. No fracasarás, como parece ahora mismo. No, recibirás mi protección y cumplirás la misión del mundo en el trío.
Aún no es fácil para vosotros hacer frente a esta grave enfermedad de Mi amada Katharina. Sí, el malvado está caminando, Mis amados. Casi no podéis creer lo malvado que puede reaccionar. Os habla a través de otras personas y os asusta la maldad. Pero Yo os doy la protección segura. Creed que el malvado quiere apartaros, apartaros de la verdad. Estás en la verdad plena. No serás disuadido. Pero el malvado lo intentará de nuevo porque no quiere rendirse y porque ahora has entrado en mi refugio seguro. Quería disuadirte de ello. Y, sin embargo, has entrado y has recibido mi protección segura.
Este amor que se ha derramado en ti es una compensación segura del mal. Mi amada hija Katharina, ha recibido ahora la demencia grave. La malignidad aumentará. Pero ella no lo reconocerá.
Vosotros, Mis amados, no tenéis otra cosa que hacer que suplicar por este hogar porque el Padre Celestial así lo desea. Hasta ahora Él os ha guiado con seguridad hasta este refugio para Mi Catalina. Que no será fácil para vosotros, Yo, como Madre Celestial, lo sé mejor que nadie. Y aun así se me permitirá guiarte. No se te dejará sola. En todo serás guiada y dirigida por el Padre Celestial. Sólo Él sabe que se sigue Su plan más preciso, que se cumplen Sus deseos. Nunca te dejará solo, aunque a veces pienses que no puedes seguir adelante. Y, sin embargo, el Padre Celestial lo sabe todo muy bien, porque sólo Él se ocupa de tus preocupaciones y de tus esfuerzos.
Cree que tu confianza seguirá creciendo. Tu amor por el Dios Trino también crecerá. Yo, tu Madre Celestial, te concedo diariamente la protección segura y vuelves una y otra vez a mi refugio seguro. Mi Corazón Inmaculado triunfará, tal como lo ha concebido el Padre Celestial. Todavía no hará ningún anuncio. Lo que es seguro es que su intervención tiene lugar desde hace mucho tiempo. Podéis reconocerlo por los signos del cielo. Las muchas desgracias que ocurren y las muchas maldades que hay en el mundo van en aumento. Esta es la intervención, Mis amados.
¿Puede el Padre Celestial actuar de otro modo que no sea llevar a cabo esta intervención? No, no puede. Las autoridades le obligan a hacerlo, porque no creen ni confían. Este Papa sigue utilizando su maldad para arrastrar a la Iglesia a la suciedad. Pero Yo, como Madre Celestial, impartiré a todos los que crean en Mí y confíen en Mí el amor que necesitan para seguir los deseos del Padre Celestial y también para llevarlos a cumplimiento.
Os amo a todos y pienso definitivamente en el día de la expiación en Heroldsbach. Haréis expiación y ese día estaréis todavía en Gotinga. Os deseo una corta noche de expiación, a la que sobreviviréis. Pero ahora todavía necesitáis dormir mucho para sobrevivir al largo viaje a Bad Mergentheim y Mellatz.
Os quiero a todos, Mis amados. Prestad atención a las señales seguras del Padre Celestial.
Nunca los hijos de Mi amada Catalina podrán intervenir donde el Padre Celestial ha extendido Su mano segura.
Deseo que sólo tú, Mi amada pequeña Ana, recibas este certificado de cuidado y te abrirá todas las puertas que el Padre Celestial ha previsto para ti.
Te bendigo ahora con todos los ángeles y santos en la Trinidad, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Estás protegido en todo. Piensa en tu círculo de luz. Amén.
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